La cabaña española de ovino y caprino perdió en 2004 cerca de millón y medio de animales

Remitido por ASAJA:

Según datos oficiales del MAPA, la cabaña ganadera de ovino perdió, en 2004, 1.167.824 animales, es decir un 6 por ciento de su volumen, mientras que el número de cabras se redujo en 242.031, un diez por ciento menos. En total, la cabaña española de ovino-caprino tiene 1.409.855 animales menos, una cifra alarmante si tenemos en cuenta que en éste periodo 2003-2004 no existían los graves problemas que hoy atenazan al sector: sequía, incremento de costes productivos, epizootías como brucelosis ovina y “lengua azul” y, para 2006, aplicación de la nueva PAC con el desacoplamiento parcial de las ayudas

Este preocupante retroceso en el número de animales de la cabaña ganadera española responde fundamentalmente a un motivo: la baja rentabilidad de la actividad productiva asociada a una falta de mano de obra especializada que obliga a los productores a una dedicación plena todos los días del año. Cada vez es más habitual el cierre de explotaciones que no pueden hacer frente a los elevados costes de producción, las obligaciones administrativas y las tasas con las que se carga el producto. A lo que hay que sumar: la reducción de los precios de venta en origen, disminución del consumo y unos márgenes comerciales excesivos en las cadenas de distribución y venta.

Todos estos factores han abocado al sector a una situación muy delicada que se salda con esta significativa reducción de la cabaña ganadera. No obstante, en opinión de ASAJA, lo peor está por llegar ya que durante este año y el próximo debemos sumar nuevos factores que indudablemente tendrán un impacto negativo en el sector. Los costes productivos van a seguir incrementándose (coste del seguro, coste de la identificación individual de los animales obligatoria a partir de este mes de julio) con los efectos provocados por la sequía y las heladas (aumento de la mortandad y gasto extraordinario de alimentación para el ganado y adquisición de agua para abrevamiento).

Tampoco podemos olvidar los problemas sanitarios que afectan al sector como el tratamiento de las epizootías (brucelosis ovina y “lengua azul”) que durante 2005 han causado graves perjuicios a los ganaderos. Por último, hay que recordar que a partir de 2006 entra en vigor el desacoplamiento parcial de las ayudas al sector (la peor de las opciones posibles para ASAJA) y esto va a tener indudablemente un efecto considerable en el número de abandonos de la actividad.

Ante estas perspectivas ASAJA considera prioritaria la adopción, por parte del MAPA, de un plan de choque destinado a reactivar la rentabilidad de la actividad ganadera y evitar la desaparición del sector. En dicho plan se deberían contemplar medidas destinadas a la promoción del consumo, la investigación de la mejora genética de razas autóctonas, la disminución de los márgenes comerciales y el incremento de los fondos agroambientales destinados al sector de ovino y caprino.

ASAJA

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