Según datos del MAPA, correspondientes a 2006, Extremadura cuenta con una superficie agraria de explotación ecológica de 64.557 hectáreas, y un total de 3.747 operadores, un 3% más que al año anterior, lo que la sitúa en el tercer puesto entre las Comunidades Autónomas en extensión de superficie agraria para su explotación ecológica y en el segundo puesto en número de operadores.
Almudena Rodríguez, acompañada durante el acto por el Director General de Comercio de la Junta de Extremadura, Pedro Jara, y por Juan Carlos Antequero, Director General de Explotaciones Agrarias de la Junta de Extremadura, ha presentado también el programa de divulgación infantil incluido en esta Campaña, con el que se pretende concienciar a los escolares de los beneficios de una alimentación sana y del respeto al medio ambiente.
Dirigido a estos futuros consumidores se ha creado un videojuego, cuya protagonista es Ecolina, que se podrá descargar desde la página web (www.vivelagriculturaecologica.com). Asimismo, se proporciona a los adultos la guía “25 razones para vivir la Agricultura Ecológica”, sobre las cualidades y el uso de los alimentos de producción ecológica, y un “Directorio de Elaboradores”, para facilitar la distribución de los productos ecológicos.
La III Semana de la Agricultura Ecológica forma parte de la Campaña Nacional de Información y Promoción de los productos procedentes de la Agricultura Ecológica, que está financiada por el MAPA y la Unión Europea, a partes iguales, y tiene como objetivo fomentar el consumo y el conocimiento de los productos que se obtienen de la agricultura y la ganadería ecológica.
Aunque España es el segundo país europeo y octavo del mundo con mayor superficie dedicada a la producción ecológica, se estima que en torno al 70% de la producción de este tipo de productos se exporta mayoritariamente a Europa, en especial a Alemania, Holanda, Francia y Reino Unido, adonde llegan sobre todo productos frescos. El consumo de productos procedentes de la agricultura ecológica en el mercado nacional todavía supone un gasto reducido en la alimentación de los españoles.
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