‘La campaña contra incendios forestales este año ha sido positiva’

El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso, afirmó ayer en el Pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha, que “afortunadamente, este año la campaña de lucha contra los incendios forestales en la región ha ido razonablemente bien porque no se ha producido ningún accidente digno de reseñar, se ha producido un notable descenso en el número de hectáreas arboladas quemadas y los incendios sufridos no han afectado a ningún espacio natural protegido, que son las zonas de mayor valor ecológico de la Comunidad Autónoma”.

En este sentido, Alonso destacó que “lo más importante es que en términos de seguridad la campaña ha transcurrido con normalidad y, por fortuna, no hemos tenido que lamentar la pérdida de ninguna vida humana, ni ningún accidente de gravedad entre las más de 2.600 personas que participan en las labores de extinción”.

“Mis primeras palabras van dirigidas a agradecer el esfuerzo y la dedicación de todas las personas que colaboran en las tareas de prevención, detección y extinción de incendios. Los ciudadanos de la región deben estar agradecidos a la labor que realiza este colectivo, que debe ser objeto del reconocimiento social por su compromiso con el medio ambiente”, puntualizó Alonso.

Respecto a la campaña 2001 presentada por la Consejería de Agricultura y Medio Ambiente el pasado 8 de junio, Alonso hizo un detallado recorrido por los diferentes medios asignados a los planes de prevención, detección y extinción y recordó que ha contado con un presupuesto total de 4.835 millones de pesetas, de los que 4.450 millones (92%) es aportado por el Gobierno regional y 385 millones (8%) es sufragado por el Ministerio de Medio Ambiente. El presupuesto de este año se ha incrementado en un 40% respecto al del año 2000.

Novedades de esta campaña

El responsable regional de Agricultura y Medio Ambiente indicó también que “si bien se ha mantenido la estructura de campañas anteriores, este año se han introducido mejoras importantes tanto en los equipos mecánicos como en las condiciones de trabajo del personal integrante de las diferentes unidades operativas”.

Entre las mejoras mecánicas, Alonso citó la adquisición de 10 camiones autobomba, de 3.000 litros de capacidad de depósito, lo que ha supuesto un coste de 172,4 millones de pesetas y la contratación de un segundo helicóptero para la provincia de Ciudad Real, por importe de 54,1 millones.

Otras mejoras han sido la renovación de las pólizas de accidentes para todo el personal que interviene en los incendios, pasando de 20 a 35 millones de indemnización por persona; el establecimiento de un convenio con el consorcio de transporte sanitario de emergencia de Castilla-La Mancha para la atención de primeros auxilios y traslado de accidentados; la firma de un protocolo de colaboración con la Delegación del Gobierno en la región; la entrada en vigor del convenio colectivo para todo el personal eventual que interviene en la campaña, con importantes mejoras en las retribuciones y una mayor estabilidad en el empleo; y la incorporación, a partir de julio, del Centro de Coordinación Regional 112, que se sumó al teléfono de emergencias 900 16 16 16.

Durante su intervención en el Pleno, Alonso recordó que la campaña de prevención, detección y lucha contra incendios en Castilla-La Mancha se extiende durante todo el año y que siguiendo los criterios marcados por la Directriz Básica de Planificación de Protección Civil de Emergencias por Incendios Forestales y en función de los índices de riesgo potencial y grados meteorológicos de peligro, la campaña se estructura en tres épocas de riesgo.

La época de peligro bajo, del 1 de noviembre al 28 de febrero, en la que se dispone en cada provincia de un dispositivo de extinción adecuado al nivel de peligrosidad; la época de peligro medio, del 16 al 31 de octubre y del 1 de marzo al 15 de junio, en la que se dispone en cada provincia del mismo dispositivo que en la de peligro bajo, pero reforzado con retenes terrestres; y la época de peligro alto, del 16 de junio al 15 de octubre, que es cuando el dispositivo de medios alcanza su máximo despliegue.

Durante todo el año hay técnicos de guardia las 24 horas del día, conectados a los centros operativos provinciales y al servicio 112.

Resultados satisfactorios

Alonso manifestó que el análisis de los resultados de la campaña entre el 1 de enero y el 1 de octubre son satisfactorios y las actuaciones se han desarrollado con eficacia.

“La superficie arbolada quemada ha sido de 978,42 hectáreas, cifra muy inferior a la media del último decenio, que fue de 1.517 hectáreas, y a pesar de que este año ha sido el de mayor siniestralidad (827 incendios) de toda la serie histórica”, señaló Alonso.

La provincia más afectada ha sido Toledo, con 355 hectáreas arboladas, seguida de Ciudad Real, con 348 hectáreas.

La superficie de matorral afectada, fue de 2.323,69 hectáreas, correspondiendo la mayor parte a Ciudad Real, con 1.683,65 hectáreas; seguida de Guadalajara, con 244,29 hectáreas, y Cuenca, con 207,19 hectáreas.

La superficie de pastizal afectada se sitúa en 2.627 hectáreas, volviendo a ser Ciudad Real la provincia más afectada, seguida de Toledo. Respecto a esta superficie, Alonso señaló que “salvo casos excepcionales, la quema de este tipo de cubierta vegetal no debería figurar en las estadísticas de incendios forestales, pero el hecho de que esté considerada como cubierta forestal en la Ley de Montes, es lo que hace que la incluyamos”.

Sobre el nivel de eficacia de esta campaña, definido como el cociente entre la superficie arbolada quemada y el número de incendios, Alonso indicó que este año se sitúa en 1,19 hectáreas, un buen dato muy por debajo de la media del último decenio que fue de 8,6 hectáreas.

Otro dato para establecer índices de eficacia es que de los 827 incendios que se han producido en la región, 442 fueron controlados y extinguidos en la fase de conato (menos de una hectárea); 284 incendios se sofocaron cuando su tamaño era menor de 5 hectáreas; y, por último, 101 incendios se extinguieron cuando ya se superaron las 5 hectáreas.

Los tres incendios más significativos de este verano fueron los ocurridos en la Sierra de Argamasilla de Calatrava y Alcolea del Rey, en el que ardieron 186,70 hectáreas arboladas y 780,55 de matorral y que fue originado por una negligencia; Los Pozuelos de Calatrava-Piedrabuena, originado por una máquina cosechadora y en el que ardieron 146,28 hectáreas arboladas y 425,97 de matorral; y en Ocaña, ocasionado por una negligencia y en el que se quemaron 100 hectáreas arboladas y 6 hectáreas de matorral.

Las negligencias ocasionaron casi la mitad de los incendios

Respecto al origen de los incendios que se han producido este año, Alonso llamó la atención sobre el fuerte incremento experimentado en los años 2000 y 2001 de los fuegos originados por las negligencias. Así, indicó que el año pasado fueron la causa del 51,9% de los incendios y este año han ocasionado el 47% de los mismos.

Dentro de las negligencias, el empleo del fuego como “labor cultural” (quemas agrícolas y de pastos), representa con 161 incendios, el 44% de las negligencias. Esta cifra nos indica el fuerte arraigo de estos hábitos en la población rural, incumpliendo las normas establecidas en la Orden que regula la campaña y en la que se limitan o prohiben actividades que implican el empleo del fuego durante la época de peligro.

Le sigue en importancia la quema de basureros, con el 16,7%. Esta actividad está expresamente prohibida en la citada Orden y en la Ley 10/1998 de Residuos, por el peligro que supone, además de para los incendios forestales, por la emisión a la atmósfera de gases incontrolables en su composición.

La frecuencia de incendios por hogueras y por cigarrillos representa conjuntamente el 21,1% de las negligencias. Es necesario seguir insistiendo en las campañas de información y sensibilización a los usuarios de las zonas forestales.

El resto de causas que originan los incendios son: el rayo, que este año se ha situado en los niveles más bajos de la serie histórica, con un 10,8% de los siniestros, y que ha contribuido a los buenos resultados en las provincias de Cuenca y Guadalajara; los incendios intencionados, que han supuesto el 15,45 de los siniestros; el ferrocarril, ha supuesto el 0,8%; causas desconocidas, el 17,8%; y otras causas (caídas de cables eléctricos, maquinaria agrícola o viaria, accidentes de tráfico…), el 8,2% de los siniestros.

Por último señalar, que la cuantificación de las pérdidas económicas producidos por los incendios de la campaña 2001 se calcula en unos 347 millones de pesetas (340 millones de pérdidas en la superficie arbolada y 7 millones en matorral).

Respecto a las pérdidas ecológicas, Alonso indicó que no han sido importantes por no haber estado afectado ninguno de los espacios naturales protegidos de la región.

No obstante, destacó el impacto negativo sobre el paisaje del incendio de Ocaña, por haber ardido una de las pocas zonas arboladas a ambos lados de la autovía de Andalucía, así como los daños ocasionados a las poblaciones de fauna cinegética por los dos incendios de la provincia de Ciudad Real.

JCCM

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