Tales son las principales recomendaciones de la Comunicación de la Comisión Europea sobre la política de calidad de los productos agrícolas, aprobadas.
Los agricultores de la UE se ajustan a unas normas de protección del medio ambiente, bienestar animal y uso de plaguicidas y productos veterinarios que se sitúan entre las más estrictas del mundo. Además, su experiencia y sus destrezas les permiten conferir a los productos cualidades específicas de valor añadido. Ahora bien ¿obtienen los agricultores una contrapartida justa a esos esfuerzos? ¿Disponen los consumidores de información exacta sobre las características de los productos y de sus métodos de obtención?
« El sector agroalimentario de la UE goza de una merecida reputación de elevada calidad gracias a décadas, e incluso siglos, de dedicación a la excelencia » , afirmó Mariann Fischer Boel, Comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural. « Nuestros agricultores tienen que sustentarse en esa reputación para mantener su competitividad. Tienen que informar mejor a los consumidores de las cualidades de sus productos. Se trata de un esfuerzo al que la UE está dispuesta a contribuir: se nos presenta una oportunidad inmejorable para aumentar la coherencia y la simplicidad de nuestros diversos regímenes de etiquetado y certificación » .
En su Comunicación, la Comisión propone concretamente :
-Ampliar el sistema de etiquetado que identifica el lugar de obtención del producto agrícola.
-Examinar la viabilidad de establecer menciones reservadas específicas de carácter facultativo para los productos de la agricultura de montaña y los productos tradicionales. Estas últimas podrían sustituir al actual régimen de especialidades tradicionales garantizadas.
-Crear un registro único para todas las indicaciones geográficas (vino, bebidas espirituosas, productos agrícolas y alimentos), preservando las especificidades de cada sistema.
-Mejorar el funcionamiento del mercado único de productos regulados por los distintos sistemas de etiquetado, especialmente los ecológicos.
-Ampliar la protección internacional de las indicaciones geográficas y contribuir al desarrollo de normas internacionales aplicables a las normas de comercialización y a los productos ecológicos.
-Elaborar directrices de buenas prácticas para los regímenes privados de certificación a fin de reducir las posibilidades de confusión de los consumidores y los trámites burocráticos de los agricultores.
Contexto
La Comunicación se basó en las 560 contribuciones recibidas desde octubre de 2008 en respuesta al Libro Verde de la Comisión sobre la calidad de los productos agrícolas y en las aportaciones de la Conferencia de alto nivel organizada por la Presidencia Checa en marzo de 2009.
Las normas de comercialización y las directrices sobre productos agrícolas son elementos clave de un comercio justo y armas esenciales para evitar que los consumidores puedan verse inducidos a error en lo que respecta a las cualidades de los productos. Determinan la identificación básica de los productos (¿qué puede denominarse mantequilla?) y su clasificación (¿cuál es el contenido mínimo de grasa de la leche semidesnatada?), definen las menciones reservadas que aportan valor añadido (¿qué se entiende por aceite de oliva prensado en frío?) y establecen los requisitos del etiquetado relativo al origen o el lugar de producción.
Los regímenes de indicaciones geográficas fomentan una producción agrícola de alta calidad, dispensan a las denominaciones valiosas protección frente a abusos e imitaciones y ayudan a los consumidores, facilitándoles información sobre las características específicas de los productos. Están registradas unas 3 000 denominaciones de vinos, bebidas espirituosas y productos agrícolas y alimenticios.
Las ETG (especialidades tradicionales garantizadas) ponen de relieve el carácter tradicional de los productos que ostentan ese marchamo, tanto en lo que respecta a su composición como a sus medios de producción. Hasta la fecha, sólo se han registrado 20 denominaciones al amparo del régimen vigente.
Agricultura ecológica: la Comisión desea eliminar los obstáculos que las diferencias entre las distintas normas nacionales erigen ante el comercio en el mercado único. El nuevo logotipo ecológico que se halla en fase de desarrollo (véase el documento IP/09/640 ) y se aplicará obligatoriamente a la producción comunitaria de esas características a partir del 1 de julio de 2010 contribuirá con toda probabilidad a ese proceso.
Regímenes de certificación : Los regímenes privados y estatales de certificación garantizan determinados aspectos del producto o de su método de protección, conforme al pliego de condiciones correspondiente. Si bien se han registrado algunos problemas (dificultades en el mercado único, posible confusión de los consumidores y solapamiento de distintos regímenes), los interesados han adoptado las medidas necesarias para resolverlos, por lo que la Comisión no considera necesario legislar actualmente en ese sector.
Comisión Europea