La Comisión Europea aprobó ayer una propuesta para revisar la actual legislación sobre la prohibición del uso de las hormonas como promotores de crecimiento. Según la propuesta, la Comisión pretende convertir en provisional la prohibición que recae sobre el uso y la importación en la UE de cinco hormonas de crecimiento (testosterona, progesterona, acetato de trembolona, zeranol y acetato de melengestrol) y hacer definitiva la que afecta a la hormona beta-estradiol 17 y sus derivados, que se aplicaría tanto para el engorde de animales como para fines terapeúticos. La CE ha adoptado esta decisión basándose en el último informe del comité científico de la UE, que viene a reiterar lo que se dijo en abril de 1999, que el uso de hormonas como promotores de crecimiento en ganadería supone un riesgo para el consumidor. Para la Comisión esta propuesta supone un paso más para la implantación de las obligaciones internacionales de la comunidad en materia de protección y defensa de la seguridad alimentaria. La revisión de la Directiva deberá ser decidida por el Parlamento Europeo y el Consejo, lo antes posible. Aunque la UE seguirá prohibiendo la entrada de carne tratada con hormonas, el ejecutivo europeo espera que la suavización de la reglamentación favorezca el fin del contencioso con Estados Unidos y Canadá, que hasta ahora supone para la comunidad una sanción de 124 millones de dólares.
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