La CHJ desarrolla un seguimiento de calidad de las aguas en los embalses de su Cuenca

La Confederación Hidrográfica del Júcar continúa desarrollando los seguimientos de calidad de las aguas de los embalses propios de su cuenca. La actual campaña que se inicia ahora hasta el 2010, cuenta con una inversión de 356.258,33 euros. El estudio se desarrollará previsiblemente desde el verano de 2009 hasta finales de 2010.

Una vez realizada la contratación objeto del anuncio, se llevarán a cabo los trabajos de muestreo en un total de 25 embalses, correspondientes inicialmente a aquellos que tienen una mayor capacidad de almacenamiento, mas otros cuatro embalses de menor capacidad, lo que totaliza 29.


Desde el año 2002 se ha realizado un seguimiento cualitativo de las aguas de aquellos embalses del ámbito territorial más sensibles a las situaciones de sequía o en periodo estival. Estos embalses eran los de Bellús, Beniarrés, María Cristina, Amadorio, Guadalest, Forata y Escalona.

A partir de 2005 se han incrementado notablemente este muestreo. Se ha realizado 4 campañas en 25 embalses, con muestreos en cola, zona media del embalse y presa, además de un seguimiento estival en aquellos que se han considerado de peor calidad. En estas campañas se ha constatado que mejoran los embalses de Forata y Regajo por la entrada en funcionamiento de las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales de Utiel y Jérica, respectivamente. Los considerados de potencial ecológico con calificaciones de muy bueno y bueno son los de Cortes, La Muela, Alarcón, Tous, Arquillo, Loriguilla, Arenós, Sitjar y Ulldecona. Seguidamente, con un potencial ecológico bueno, están La Toba, Contreras, Guadalest, El Molinar, Amadorio y Regajo.

Al igual que en última campaña realizada el verano 2008, los objetivos de este nuevo estudio son principalmente conocer la calidad de las aguas y su evolución, determinando su estado trófico y con ello proponer medidas de gestión a corto y a medio plazo, principalmente en época estival.

La Directiva 2000/60/CE establece un Marco de Actuación en el Ámbito de la Política de Aguas, que junto con la normativa que la desarrolla, establece como objetivo medioambiental, la protección y mejora de las masas de agua, entre las que se encuentran las de los embalses.
La puesta en marcha de este seguimiento de calidad supone un importante avance en el compromiso a impulsar una nueva política del agua que garantice, entre otras, un mayor control sobre la contaminación y una mejora en la calidad de nuestras aguas y de los ecosistemas fluviales afectos a ellas.

CHJ

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