AVA-Asaja señaló que ya colaboró en la investigación iniciada en octubre por el tribunal autonómico y ha comenzado a hacerlo ahora con el CNC, al que ha remitido un nuevo informe así como una batería de facturas y liquidaciones a arroceros en las que se acredita «un único precio para este tipo de arroz de 0,27 euros por kilogramo, un 25% inferior al de la temporada pasada», según explicó.
«Confiamos en que la CNC, que tan activa se está mostrando últimamente con el sector agroalimentario, esclarezca la situación y actúe con diligencia porque no hay razones de mercado para una bajada tan brusca, que además vuelve a situar al arroz redondo en pérdidas», advirtió el presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado.
Según la organización, el expediente abierto ha sido transferido al organismo nacional «para que la investigación que se lleve a cabo tenga tal dimensión».
«AVA-Asaja denunció desde un primer momento un descenso aparentemente coordinado y simultáneo de los precios en origen en el mercado del arroz ‘redondo’ que afectaba todas las zonas productoras de España, no sólo a las valencianas de La Albufera y la Marjal Pego-Oliva», prosiguió.
En esta línea, indicó que se trata de una caída «sostenida del 25% que la industria ‘impuso’ desde el comienzo de temporada en agosto y cuya cotización aún perdura ahora, más de cuatro meses después».
En el informe presentado por esta asociación agraria a la CNC se describen «las particularidades del mercado del arroz también llamado Japónica, mucho menor que el existente a nivel europeo e incluso nacional para el Indica’ (largo)».
Según añadió, «prueba de su carácter reducido es que, pese a ser el preferido por los españoles, su producción no satisface nunca la demanda, lo que obliga a acometer importaciones».
En estas condiciones, y «sin mediar cambios significativos a corto o medio plazo, ni en la oferta ni en la demanda», AVA-Asaja «entiende que el fuerte descenso registrado en las cotizaciones podría responder a una estrategia empresarial conjunta y coordinada de la industria, lo que iría contra la regulación vigente en materia de competencia».
En el estudio se advierte, además, que «debido a la singularidad de este mercado, el arrocero sin capacidad para almacenar su producto se encuentra en una situación de especial desprotección a la hora de negociar un precio y suele ser la cotización marcada al inicio de la temporada, cuando se da la siega del arroz, la que acaba por aplicarse como referencia para el resto de campaña».
«El arrocero se encuentra indefenso de por sí y las cooperativas, atomizadas y de pequeño tamaño frente a una industria muy concentrada y con capacidad para actuar como cartel, tampoco son capaces de hacer mucho más, por lo que urge que Competencia actúe y siente un precedente», concluyó Aguado.
Europa Press