La Comisión acoge con satisfacción el acuerdo sobre el plan de consumo de fruta en las escuelas

Este importe se completará con fondos nacionales y privados de los Estados miembros que deseen acogerse al programa. El objetivo del plan de consumo de fruta en las escuelas es fomentar buenos hábitos alimentarios entre los jóvenes, pues los estudios demuestran que los hábitos adquiridos en la infancia se mantienen más adelante.

Además de la distribución de fruta y verdura a un grupo específico de escolares, el plan solicitará de los Estados miembros participantes que elaboren estrategias (que incluyan iniciativas educativas y de concienciación) y que procedan a un intercambio de las mejores prácticas al respecto. Se calcula que el sobrepeso afecta en la Unión Europea a 22 millones de niños. Más de 5 millones de ellos son obesos y se espera que esta cifra aumente en 400 000 cada año.

Una mejor alimentación puede desempeñar un papel importante en la lucha contra este problema. El plan se empezará a aplicar al inicio del curso escolar 2009-2010.

«Estoy encantada de la rapidez con la que el Consejo ha respaldado nuestro plan», ha declarado Mariann Fischer Boel, Comisaria de Agricultura y Desarrollo Rural. «Es fundamental impulsar buenos hábitos entre los niños a una edad temprana, ya que los mantendrán en su vida adulta. Hay demasiados niños que apenas comen fruta y verdura. No se dan cuenta de lo buenas que son. Basta con recorrer las calles principales de Europa para percatarse de la magnitud del problema que suponen estos niños con sobrepeso. Ahora ya podemos actuar.».

Los expertos coinciden en que una dieta sana desempeña un papel fundamental en la reducción de los índices de obesidad y de los riesgos de enfermedades graves en la edad adulta, como las dolencias cardiovasculares y la diabetes de tipo 2. Para ello es imprescindible que la dieta incluya un consumo suficiente de frutas y verduras. La Organización Mundial de la Salud recomienda una ingesta diaria neta mínima de 400 gramos de frutas y verduras por persona. La mayor parte de los europeos no cumplen esta meta y se observa claramente una tendencia a la baja entre los jóvenes.

Los estudios hacen hincapié en que los hábitos alimentarios sanos se adquieren en la infancia. Los niños que comen mucha fruta y verdura siguen haciéndolo toda su vida. Los que no lo hacen tienden a no cambiar sus hábitos e incluso transmiten sus malos hábitos a sus hijos. Las investigaciones también han demostrado que las familias con un nivel inferior de ingresos tienden a consumir menos frutas y verduras. Así pues, la distribución gratuita en las escuelas de estos productos beneficiosos para la salud puede resultar determinante, especialmente en zonas menos favorecidas.

El análisis por la Comisión de las políticas nacionales vigentes y las consultas a los expertos han puesto de manifiesto que aumentan los beneficios del plan escolar en la edad adulta si la distribución de fruta va acompañada de medidas educativas y de concienciación para enseñar a los niños la importancia de buenos hábitos alimentarios. Se fomentará asimismo la conexión en red de las distintas autoridades nacionales que apliquen con éxito este tipo de planes escolares. En algunos países de la UE ya existen, con formas variadas. Pero puede hacerse mucho más y este plan comunitario constituye una base ideal para que surjan nuevas iniciativas.

La Comisión pondrá encima de la mesa 90 millones de euros anuales para la distribución de fruta y verdura en las escuelas. Corresponderá a los gobiernos decidir si desean participar. El programa será objeto de cofinanciación, con arreglo a las fórmulas siguientes: 50 %-50 % o 75 %-25 % en las «regiones de la convergencia», en que el PIB per capita es inferior, así como en las regiones ultraperiféricas. Si lo desean, los Estados miembros podrán exigir una contribución obligatoria de los padres. Este dinero no se utilizará para sustituir financiaciones nacionales donde ya existan medidas de este tipo, sino para alentar nuevas actividades, relacionadas con los programas existentes o con la creación de nuevas iniciativas. Huelga decir que los Estados miembros podrán añadir fondos suplementarios si así lo desean.

Los autoridades nacionales deberán definir una estrategia en colaboración con las autoridades educativas y sanitarias, la industria y los grupos de interés, teniendo siempre en cuenta las preferencias nacionales.

Europa

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