La Comisión Europea archiva las quejas contra los embalses de Biscarrués y la Yesa

La Comisión Europea ha archivado las quejas que se habían presentado contra el procedimiento y estudio ambiental del embalse de Biscarrués y contra la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental del embalse de Yesa. La documentación presentada por el Ministerio de Medio Ambiente ha sido determinante para el archivo de ambas quejas.

Con relación al proyecto de construcción del embalse de Biscarrués, sobre el río Gállego, la Comisión ha decido el archivo de la queja 2000/4713, en la que los denunciantes estimaban que el estudio de impacto ambiental y procedimientos no habían sido correctos. Por otra parte, la queja 5279/99 y 2000 en relación con el proyecto del recrecimiento del embalse de Yesa se basaba en la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental y la posterior contratación de una asistencia técnica para un nuevo estudio, según los denunciantes.

La Comisión Europea solicitó información a las autoridades españolas sobre estas cuestiones, y de manera inmediata el Gobierno informó exhaustivamente sobre las afecciones ambientales y el procedimiento de evaluación ambiental. Una vez analizada la documentación, que incluyó un informe del Gobierno de Aragón sobre las Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPAS) con relación al embalse de Biscarrués, la Comisión ha decidido archivar las quejas. La Comisión considera que la información ha sido suficiente y no hay infracción. Por tanto, considera que el procedimiento ha sido correcto.

El recrecimiento de la presa de Yesa, sobre el río Aragón, y la presa de Biscarrués, sobre el río Gállego, son dos piezas claves para gestión del agua en la cuenca del Ebro, concretamente en Aragón y el valle medio del Ebro.

Ambas obras están incluidas en el Pacto del Agua de Aragón, Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro y en el anexo de inversiones del Plan Hidrológico Nacional.

El recrecimiento del embalse de Yesa se ha diseñado para cubrir objetivos por encima de la necesidad de un año hidrológico y, por ello, es clave tanto para la regulación como para la mejora de la gestión del agua en la cuenca media del Ebro. Sus funciones son la consolidación y culminación de los regadíos de Bardenas y el apoyo a otros sistemas de la cuenca media, entre ellos los canales de Tauste e Imperial de Aragón y Riegos del Alto Aragón; disponer de resguardo suficiente para el control de avenidas; aportar caudales ambientales en los meses de estiaje, y garantizar los abastecimientos presentes y futuros de poblaciones, incluyendo el nuevo suministro a la ciudad de Zaragoza y a otros municipios en un área que ronda los 800.000 habitantes.

En lo que se refiere al embalse de Biscarrués (con una capacidad de 192 hectómetros cúbicos), su finalidad es garantizar las dotaciones de agua a la zona de Riegos del Alto Aragón, que incluye la reserva para La Hoya de Huesca; los Riegos tradicionales del Bajo Gállego, el mantenimiento de caudal mínimo ecológico y la laminación de avenidas en el río Gállego, así como potenciar distintos usos recreativos

MMA

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