La autorización aprobada este lunes por Bruselas tendrá una validez de diez años y todos los productos que incluyan el maíz MIR604 –resistente a insectos coleópteros– deberán especificar en su etiqueta que contiene un organismo genéticamente modificado. Además, tendrán que cumplir las normas europeas de trazabilidad.
La decisión sobre este OGM ha vuelto a manos del Ejecutivo comunitario después de que los Estados miembros no consiguieran alcanzar una mayoría cualificada a favor ni en contra de este maíz, ni en las reuniones del comité de la cadena alimenticia (a nivel de expertos), ni en el último Consejo de ministros de Agricultura de la UE.
Europa Press