La propuesta de la Comisión Europea resulta decepcionante, sigue la inercia de las reformas anteriores y no tiene en cuenta el nuevo escenario en el que nos encontramos, marcado por la necesidad de incrementar la producción de alimentos y atender a nuevos retos, como la producción de biocombustibles.
La Comisión pierde una excelente oportunidad para dar respuesta a esos nuevos retos y plantear una PAC más ambiciosa, potenciando una política agraria productivista que permita incrementar la producción de alimentos en la Unión Europea.
No hay una sola medida directa dirigida a incentivar la producción de alimentos, si exceptuamos la supresión definitiva de la medida que obligaba a dejar tierras en retirada. Una medida que ya se había aprobado provisionalmente para la presente campaña.
Además de no incentivar la producción, la reforma profundiza en la nefasta política de “stock 0” y elimina la mayor parte de las medidas de intervención que aún quedaban (arroz, carne de cerdo y trigo duro), que garantizaban un precio a los agricultores en casos de sobreproducción y contribuían a regular los mercados y a mantener una reserva estratégica que tranquilizaba a gobernantes y consumidores y ayudaba a moderar los precios en tiempos de escasez.
Así, la principal medida recogida en la propuesta va dirigida a generar más ahorro a la propia Comisión, se trata del incremento de la modulación obligatoria, una medida que se introdujo ya en la reforma de 2003 y que tiene el objetivo de reducir la renta de los agricultores mediante el incremento del porcentaje de ayudas que Bruselas retiene a las explotaciones. Este porcentaje, actualmente en el 5%, se verá incrementado de forma progresiva (en un 2% anual), hasta alcanzar el 13% en 2012. Los fondos obtenidos con esta medida de ahorro presupuestario, casi 6.000 millones de euros en toda la UE durante los próximos cuatro años, se transferirán al segundo pilar de la PAC, el Desarrollo Rural, y financiarán medidas de carácter general en el mundo rural, muchas veces desvinculadas del campo.
Los perjuicios de la modulación afectan especialmente a los profesionales de la agricultura, aquellos que viven del campo, que son quienes perciben más de 5.000 euros en concepto de pago único.
Además, la Comisión propone establecer recortes adicionales en las ayudas a las explotaciones más productivas, aquellas que tienen mayor tamaño, penalizando con esta medida a aquellos agricultores que han logrado crecer y se benefician de una economía de escala.
Así, las explotaciones que perciban entre 100.000 y 200.000 euros anuales en ayudas directas tendrán un recorte adicional del 3%; para las que reciban entre 200.000 y 300.000 euros la deducción será del 6% y a partir de 300.000 euros del 9%. Los ingresos obtenidos en aplicación de esta medida se utilizarán de la misma forma que los procedentes del porcentaje de modulación obligatoria. Con lo que puede haber explotaciones que en 2012, si se pone en marcha esta medida, se les detraerá un 22% de las ayudas.
En definitiva, estamos ante una nueva oportunidad perdida por la Comisión Europea para reforzar la PAC que paradójicamente se presenta la misma semana que los EE.UU. aprueban su Ley Agraria, la “Farm BIll”, una política de apoyo a los agricultores norteamericanos que con un presupuesto global de 300.000 millones de dólares incrementa en más de 20.000 el coste inicialmente previsto y renueva, para los próximos cinco años, el compromiso del Gobierno de los EE.UU. con el sector agrario, un sector que, junto al de la defensa, es estratégico.
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Entre todos los puntos que Bruselas quiere modificar, los recortes de las ayudas destacan por encima del resto. En concreto, la Comisión Europea pretende que los recortes por modulación, que según la PAC de 2003 debían mantenerse en un 5%, vuelvan a incrementarse a un ritmo del 2% anual -a partir de 2009- hasta llegar al tope del 13% en 2012. Las cantidades derivadas de estos recortes irían orientadas a las políticas de desarrollo rural.
Además de este recorte, la Unión Europea plantea la extensión del artículo 69 a todas las producciones, en virtud de esta medida se detraerá un porcentaje del 10% de las ayudas a todos los agricultores y ganaderos para financiar sectores agrarios en crisis.
ASAJA-Sevilla