La Comisión Europea y del Gobierno marroquí han mantenido una reunión hoy para proseguir la ronda negociadora de un nuevo acuerdo pesquero. Durante la reunión, que ha estado presidida por el Sr. Smidt, Dr. General de Pesca de la Comisión, y el Sr. Chbaâtou, Ministro de Pesca de Marruecos, la parte marroquí ha mantenido su propuesta inicial, presentada el día 30 de octubre pasado, que implica una reducción significativa de las posibilidades de pesca durante un periodo de tan sólo dos años. Esta propuesta supone una reducción del orden 70% de buques, que pasan de más de 400 unidades a menos de 150 con drásticas reducciones en las flotas cefalopodera y marisquera. Unida a esta reducción, la oferta marroquí propone un endurecimiento de las condiciones técnicas y un aumento del 50% de los cánones a cargo de los armadores, junto a un incremento del número de marineros marroquíes, hasta un 50 % del total de las tripulaciones a embarcar en la flota comunitaria. Contempla, además, la obligación de que toda la flota que opere al amparo del futuro acuerdo desembarque la totalidad de sus capturas en puertos marroquíes y que todos los buques tengan instalado el equipamiento para su control de situación vía satélite. La Comisión ha expuesto de forma precisa los motivos por los que consideraba inasumible la propuesta. Las razones que han llevado a la Comunidad a no asumir en su conjunto la oferta presentada por Marruecos han sido las siguientes: Un plazo de dos años no se ajusta al Plan Quinquenal en el que Marruecos acepta a la Comunidad como socio financiero, dicho periodo es incompatible con la voluntad de permitir la reconversión de la flota dependiente. Las reducciones propuestas no resultan acordes con la realidad de muchas de las pesquerías en aguas de Marruecos. El sector pesquero marroquí no ha alcanzado, en su conjunto, un grado de desarrollo suficiente como para justificar los recortes tan drásticos que se proponen. El Plan Quinquenal reconoce que las infraestructuras de Marruecos son insuficientes, siendo difícil que en estos momentos puedan absorber la descarga de toda la flota comunitaria. El establecimiento de cuotas de captura supone aplicar a la flota de la Comunidad un nuevo control poco explicable para un acuerdo cuyo objetivo es posibilitar la retirada escalonada de la flota de la UE. Un sistema de cuotas sólo podría plantearse dentro de un marco de gestión global aplicable por igual a todas las flotas que operasen en aguas bajo soberanía o jurisdicción de Marruecos. Al finalizar el anterior acuerdo la rentabilidad de las flotas estaba muy ajustada, tanto que en algunas modalidades quedaron posibilidades sin cubrir. En la actualidad, un aumento del 50% de los cánones no es viable. Las condiciones técnicas que se contemplan para las diferentes modalidades, como la prohibición de operar en el interior de las 6 o las 15 millas, según el caso, suponen en la práctica que las posibilidades ofrecidas puedan ser irreales. Es manifiesto que las pesquerías de cerco norte y artesanales se desarrollan dentro de la franja de seis millas. Produce gran preocupación que en un acuerdo internacional se excluya, por parte marroquí, la previa comunicación a la otra parte contratante de cualquier medida técnica o normativa. Esta ausencia de comunicación que se propone no puede ser entendida en el marco de las buenas relaciones que deben imperar en el desarrollo de una nueva relación. Marruecos ha manifestado la necesidad de un nuevo modelo de asociación, resaltando las posibilidades de futuro de su sector pesquero. Sin embargo, en su oferta no aparece ninguna referencia a fórmulas atractivas que se encaminen a posibles relaciones de asociación entre los sectores privados de ambas partes. La contrapartida demandada por Marruecos no guarda proporción alguna con las posibilidades de pesca que se ofrecen. La oferta implica una reducción de las posibilidades pesqueras en torno al 70% y, por el contrario, requiere el mantenimiento de la contrapartida a niveles similares al anterior acuerdo. La Comisión ha reclamado flexibilidad por parte de las autoridades marroquíes, así como el estudio de una nueva fórmula para el acceso de la flota de la UE a sus aguas, durante un periodo similar al del Plan Quinquenal, que permita la paulatina reconversión de las unidades afectadas, siguiendo con la línea de reducción existente en el acuerdo de 1995 y que finalizó el pasado mes de noviembre de 1999. Ambas partes han dejado el diálogo abierto de cara a la próxima reunión que tendrá lugar en Rabat antes de finalizar el mes de noviembre.
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