Nota de OCEANA
La reunión anual de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT), que finalizó ayer, ha concluido con un acuerdo para estudiar el estado de los tiburones del Atlántico, pero no con medidas para proteger a estas especies vulnerables de la sobrepesca. La falta de acción por parte de ICCAT deja a los conservacionistas a la espera de que la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) proteja a las especies de tiburones que más peligro corren y que son capturadas por la industria pesquera de ICCAT.
Una propuesta realizada por Estados Unidos basada en criterios científicos ha movido a ICCAT a pedir una actualización de las evaluaciones de las poblaciones de dos especies de tiburones – el marrajo dientuso y el tiburón azul – y a hacer recomendaciones sobre su gestión con tiempo suficiente para la reunión de ICCAT, que se celebrará en 2008. Otras especies de tiburón altamente migratorias capturadas en las pesquerías de ICCAT son el zorro, el jaquetón de ley, el tiburón jaquetón y el marrajo sardinero – que presentan sin excepción un crecimiento lento y una madurez tardía, y que producen pocas crías.
“Nos complace que ICCAT haya dirigido su atención hacia los tiburones del Atlántico y haya fijado un calendario de recomendaciones sobre la gestión, pero, mientras tanto, estos animales excepcionalmente vulnerables necesitan protección preventiva”, ha afirmado Sonja Fordham, directora de políticas de Shark Alliance. “La información sobre la captura de tiburones suele ser inexistente y de baja prioridad, lo que genera mucha incertidumbre respecto al estado de sus poblaciones; sin embargo, está claro que los tiburones crecen más despacio y son más sensibles a la sobreexplotación que la mayoría de los peces. Las pesquerías de tiburones necesitan controles rigurosos para evitar la sobrepesca y un colapso que se produce hace ya mucho tiempo”.
Una vez más, se pidió a los estados miembros de ICCAT que remitan datos relevantes sobre los tiburones con el fin de facilitar evaluaciones sólidas, aunque las solicitudes anteriores no han surtido efecto alguno. España, por ejemplo, que está reconocida como el primer país europeo en pesca y comercio de tiburones, no ha comunicado todavía a ICCAT las capturas de tiburones correspondientes a 2005. Hecho preoucpante si se tiene en cuenta que, según la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación), los desembarques de tiburón realizados por España se han multiplicado aproximadamente por seis desde los años 90, al contrario de los países de la UE, donde no han aumentado.
ICCAT prohibió en 2004 el cercenamiento de aletas de tiburón (práctica que consiste en arrojar al mar los cuerpos muertos después de haberles quitado las aletas), y en 2005 el consejo de científicos puso de relieve una reducción de la pesca del marrajo dientuso del Atlántico norte; sin embargo, aún tiene que imponer restricciones sobre el número de tiburones capturados en las pesquerías del Atlántico. En los debates que se han realizado este año sobre los tiburones, los representantes de la Unión Europea y Canadá han aludido a la creciente atención que presta CITES a los tiburones y han sugerido que ICCAT gestione la pesca de tiburones, aunque ninguna parte ha hecho propuestas a este respecto. La UE votará el mes que viene una propuesta de Alemania para incluir al marrajo sardinero en CITES.
“Los organismos pesqueros regionales, tales como ICCAT, deberían trabajar con CITES para asegurar la sostenibilidad de la captura y el comercio de tiburones. Sin embargo, hasta el momento sólo CITES ha dado protección internacional a los tiburones oceánicos,” ha añadido Fordham. “Ante la continua falta de acción por parte de ICCAT y de las naciones pesqueras individuales, es CITES quien ofrece una mayor esperanza para salvar a todos los marrajos sardineros amenazados. Instamos a los Estados Miembros de la UE a que adopten las propuestas de Alemania como primer paso en el camino hacia una estrategia sólida para la conservación de los tiburones en las aguas europeas y en alta mar. Es necesario que esta acción se produzca urgentemente para evitar que otras especies de tiburones sigan el camino del marrajo”.
OCEANA