No obstante, el descenso no es tan acusado cuando se trata de maquinaria empleada en la realización de labores agrícolas, ya que la inversión, según la OPA, «es mucho menor que la compra de un tractor y por tanto más asequible». En este tipo de maquinaria la caída de agosto fue de 27 por ciento, pero en la acumulada del año no hay gran variación respecto al año anterior.
Otro punto que revela estas estadísticas oficiales es que las ventas de la maquinaria «estrella», los tractores, descendieron en Castilla y León más que en el resto del país, donde la media de matriculaciones entre enero y agosto bajó algo menos del 25 por ciento, 12 puntos menos que en Castilla y León.
Este hecho, para Asaja, implica que «la crisis está afectando con toda su crudeza al campo de Castilla y León», porque buena parte del sector primario regional pivota sobre dos sectores sumidos en la bancarrota desde hace meses, el lechero y el cerealista.
Estos datos ponen de manifiesto, a juicio de la organización, que el campo atraviesa «la peor crisis de su historia por una pérdida de rentabilidad sin precedentes, motivada por los bajos precios de los productos agroganaderos y los altos costes de producción».
Europa Press