En cuanto a las jornadas, están organizadas por el Instituto del Corcho, la Madera y el carbón (ICMC-IPROCOR), adscrito al Centro Tecnológico adscrito a la Vicepresidencia Segunda y Consejería de Economía, Comercio e Innovación de la Junta de Extremadura.
‘Enomadecor’ pretende dar una visión novedosa del uso del tapón de corcho, además de analizar el actual mercado corcho- taponero en relación al mercado vitivinícola. En lo relativo a la madera, se tocarán temas relacionados con los avances que se han producido en el uso de este material para uso enológico.
Por otra parte, en la rueda de prensa en la que se presentaron las jornadas, Isabel Mijares, miembro de la Academia Española de Gastronomía, Chevalier de la Orden del Mérito Agrícola del Gobierno de Francia, y secretaria de la Unión Internacional de Enólogos, admitió que la relación «vino, corcho y vidrio es un trinomio que no se puede separar», y añadió que «el corcho no es un aditivo, sino un elemento esencial. El vino no puede evolucionar ni crecer sin él».
Tanto Isabel Mijares como Miguel Elena hablaron del uso en los últimos años de los tapones de plástico y cápsulas porque «todo tipo de alteraciones en el vino se le han achacado al corcho».
Para Mijares esto no es así, pero los datos reflejan una bajada de 20 mil millones de tapones de corcho entre los años 1998 y 2001 hasta los 15 o 16 mil en los que se encuentra actualmente. «Afortunadamente la moda está cambiando», apostilló.
En la región existen actualmente casi 90 fábricas que se dedican a la transformación del corcho y 18 a la producción de tapones de corcho. «El déficit es que no tenemos asegurada una correcta distribución y elaboración del producto», indicó Elena Roselló.
Europa Press