Este estudio, promovido por la Consejería de Agricultura y Agua, a través del Instituto Murciano de Investigación y Desarrollo Agrario y Alimentario (IMIDA), y la Dirección General de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, en colaboración con productores avanzados de cerezo que operan en la Región, desvela que en el Altiplano y Noroeste ya hay más de 100 ha en cultivo y podría ocupar otras zonas más precoces.
Los integrantes de dicho equipo mantuvieron una reunión para hacer un balance de la Campaña 2007, recién acabada, y entre sus conclusiones destacan que “las comarcas del Noroeste y el Altiplano, cuyo producto saldría al mercado entre mediados de mayo y primera decena de julio, pueden competir si comercializan cereza de calibre grande y de buen sabor”. Ello teniendo en cuenta que existen tres épocas bien definidas de cotización de cereza, de diciembre a enero; del 10 de marzo a la tercera semana de abril, y de la última semana de abril a primeros de julio. La primera época se caracteriza por la llegada de cereza del Hemisferio Sur; la segunda se identifica con aportes muy reducidos procedentes de invernadero, con precios muy elevados; y la tercera corresponde a la producción española cultivada en vergel.
Según las citadas conclusiones, “los productores con más éxito, los que manejan con sabiduría la tecnología disponible, pueden ofertar cereza con una calidad garantizada, definida por características concretas fácilmente mensurables, puesto que dentro de ciertos límites es posible influir en las condiciones de cultivo y sobre todo en la normalización y en el buen tratamiento de la distribución”. La calidad garantizada, añaden, “elimina la imagen negativa de lo cultivado frente a lo silvestre o natural, conceptos equívocos que no van asociados necesariamente a condiciones de calidad”.
Teniendo en cuenta todos estos factores, el equipo de investigación concluye que “la calidad se puede y se debe gestionar”, y que a la hora de definir unos objetivos de calidad para la cereza, “debe primar el sabor por encima de otros componentes, tales como el calibre o el color”, teniendo en cuenta que “el calibre pequeño (26 mm) puede ser bueno en cereza temprana, y rechazable en cereza tardía, de mayor presencia en el mercado”.
Campaña 2007
La Campaña 2007 ha tenido resultados desiguales en las diferentes zonas productoras de cereza en la Región de Murcia. En el Altiplano y el Noroeste ha sido un 30 % y un 25 % respectivamente, menor que en 2006, cuando se obtuvo la producción más alta de los últimos cinco años. Las bajas producciones se atribuyen a la climatología adversa en el período de floración y cuajo, con incidencia de heladas tardías, más acusadas en el Altiplano. En estas condiciones, ha sido Brooks la variedad que mejor ha funcionado. Otras variedades, como Prime Giant y Early Lory, han estado por debajo de sus posibilidades.
Las malas condiciones en la polinización han arruinado las cosechas de las plantaciones experimentales de Cieza, con producción muy baja o nula. Sin embargo, los árboles que se estudian en las parcelas del IMIDA, en La Alberca, produjeron satisfactoriamente.
Las conclusiones señalan también que los precios de esta campaña “han sido buenos o muy buenos para el agricultor y excesivamente elevados para el consumidor”, y que en las explotaciones murcianas, “los precios altos han beneficiado a más del 50% de la cosecha, lo que parece confirmar la necesidad de cultivar con conocimiento de la fisiología del cerezo en cada zona”.
Comunidad de Murcia