La cosecha de cereal se ve afectada afectada por las heladas y el exceso de agua

La campaña ha estado marcada por los enormes problemas ocasionados por el elevado régimen de precipitaciones y de bajas temperaturas del invierno y del inicio de la primavera que no han permitido realizar las operaciones de siembra, abonado o de aplicación de productos fitosanitarios en el momento más oportuno.

Además la inesperada subida de las temperaturas de las últimas semanas de mayo ha acentuado los problemas que arrastraban los diferentes cultivos en determinadas zonas productoras, incrementando la incertidumbre sobre el resultado final de la cosecha.

Por Comunidades Autónomas, en Castilla y León UPA ha constatado que las heladas de la primera semana de mayo han acabado por afectar a los cultivos en amplias zonas de las provincias de Ávila, Salamanca, Segovia, Valladolid y Zamora. Una de las razones es que los cereales no habían enraizado con suficiente profundidad debido al exceso de lluvia caída en invierno, lo que ha supuesto que las altas temperaturas que venimos soportando estén agostando la mayor parte del cereal, especialmente las cebadas. Los mayores estragos lo están sufriendo las tierras más arenosas que ante la
falta de humedad sobre todo esta semana son más vulnerables a las altísimas temperaturas que venimos padeciendo.

Andalucía ha sido una de las regiones más afectadas por las condiciones climatológicas del invierno, caracterizado por un régimen de precitaciones record y que sin duda va a provocar un fuerte descenso sobre los valores registrados el año anterior, principalmente en el trigo duro.

Según los datos de UPA otras CC.AA. como Castilla La Mancha o Extremadura también tendrán aumentos con respecto a la catastrófica campaña del 2009, pero las previsiones se han ido reduciendo a medida que avanzabas las semanas.

En el resto de CC.AA. productoras las previsiones son más halagüeñas y se esperan aumentos más importantes con respecto al año anterior.

En la campaña pasada, la producción de cereales otoño-invierno (trigo, cebada, avena, centeno y triticale) se situó en 13.424.900 toneladas, un 31% menos que en la campaña anterior. De esta cantidad, 7,4 millones correspondieron a cebada y 4,8 millones a trigo.

UPA

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