Según las previsiones actuales de la FAO, la producción mundial de arroz cáscara en la temporada de 2008 alcanzará 683 millones de toneladas, un 3,5 por ciento más que en 2007, y la tasa de crecimiento más alta de los últimos tres años. El incremento se deberá a un aumento del 2,2 de la superficie cultivada en todo el mundo, como resultado de la reacción de agricultores y gobiernos al alza de los precios. La cosecha de arroz de 2008 finaliza en mayo en la región de Asia situada en el hemisferio norte.
El rápido incremento en el precio del arroz –alimento básico para cerca de 2 500 millones de personas- y otros cereales tuvo un papel clave en los vaivenes de precios alimentarios el pasado año, caracterizados por un alza notable de precios de combustible y fertilizantes que causaron inestabilidad política en diversos países.
Precios altos a pesar del descenso
Los precios mundiales del arroz en 2008 finalizaron el año un 80 por ciento más altos de media que en 2007, a pesar de su fuerte descenso desde sus niveles récord en mayo, según la FAO. El precio de la tonelada de arroz arroz Thai blanco 100% B (que suele tomarse como representativo del mercado mundial, ndr) fue de 611 dólares EE.UU. en enero, en comparación con los 385 dólares en el mismo mes de 2008 y tras haber alcanzado un pico de 963 dólares.
“Un efecto positivo de los elevados precios del arroz en 2008 fue que los campesinos y gobiernos aprovecharon la oportunidad y aumentaron la superficie cultivada, impulsando la producción a pesar del elevado coste del combustible y los fertilizantes y la escasez de semillas de calidad”, aseguró Concepción Calpe, economista y experta en arroz de la FAO.
Las condiciones meteorológicas favorables en diversas partes del mundo colaboraron también en este aumento de los rendimientos a pesar del precio de combustible y fertilizantes.
La crisis afecta a los consumidores
El alza de los precios del arroz el pasado año llevó a las autoridades en todo el mundo a tomar un conjunto de medidas para aliviar el impacto en los pobres. India y Egipto mantienen todavía restricciones a la exportación de arroz, debido a que persiste el temor a la subida de precios alimentarios. Se espera que estas barreras se levanten en abril o mayo de 2009, lo que podría ayudar a equilibrar la oferta y la demanda a nivel mundial.
“Si el año pasado (los gobiernos) tuvieron que intervenir en dos frentes opuestos -por un lado estimular la producción de arroz y por otro mantener precios asequibles para los consumidores-, es posible que se enfrenten a mayores dificultades todavía en 2009, en el contexto de una grave crisis económica mundial”, advierte la FAO en su informe.
“En este contexto, es posible que los gobiernos se vean obligados a intervenir de nuevo, en esta ocasión para sostener los precios de arroz al productor, al tiempo que protegen el poder adquisitivo de sus poblaciones, en un momento en el que las peticiones de ayudas públicas para otros sectores se están intensificando con rapidez”.
Una gran parte del aumento mundial de producción en la temporada del arroz con cáscara en 2008 se producirá en Asia, con cosechas récord tanto en los grandes como en los pequeños países productores.
Buena cosecha en Africa
En África también se esperan resultados excepcionales y que la producción de arroz aumente hasta un 18 por ciento debido al apoyo gubernamental y al incremento del uso de nuevas variedades de semillas resistentes y de elevado rendimiento. Como consecuencia, se espera que las importaciones de arroz desciendan a su nivel más bajo desde 2004.
La excelente cosecha de arroz cáscara llevará a una recuperación de las reservas mundiales de arroz en este año, que alcanzarán los 118 millones de toneladas –en su equivalente en arroz elaborado-, el nivel más alto desde 2002, y nueve millones de toneladas por encima del nivel de 2008, según las previsiones. Se calcula que los países importadores tradicionales eleven sus reservas en un millón de toneladas, hasta situarse en 20 millones de toneladas, aunque los mayores incrementos en las reservas mundiales se concentrarán en los países exportadores.
Mientras el descenso de precios es positivo para los consumidores, los precios de exportación por debajo de 400 dólares EE.UU./tonelada para el arroz blanco de mejor calidad pueden afectar negativamente a los productores y dificultar las políticas orientadas a la autosuficiencia en muchos países importadores, según la FAO.
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