Dos asuntos clave centraron la Asamblea Anual de Socios que celebró ASAJA GRANADA: los bajos precios en origen de los productos agrarios y ganaderos -especialmente acusados en la leche y el aceite- acompañados por fuertes subidas en los costos de producción, que han abatido al sector agroganadero durante todo el año 2008 situándolo al borde de la quiebra; y el modelo de aplicación en España de los acuerdos del Chequeo Médico de la PAC pendiente de aprobar que determinará el futuro de nuestra agricultura.
La decisión de la Comisión Europea de activar las ayudas al almacenamiento privado del aceite se ha valorado como una medida que ayudará sólo momentáneamente a solventar el problema de liquidez de los olivareros mientras se estabilizan los precios (que han caído en picado hasta 1’71 euros/litro) y ayudar a que no se venda por debajo de coste. Sería necesario tomar otras medidas como la concentración de la producción y la mejora de la promoción además de poner freno a los abusos de la gran distribución dada su posición de dominio que le permite fijar precios y el comportamiento anticompetitivo que practican vendiendo a pérdidas. Respecto de la espiral de descenso en que ha entrado el precio de la leche, del orden del 31% en un año, la solución pasaría por erradicar posibles prácticas de “dumping”, o la entrada en nuestro país de leche francesa a bajo coste.
Se apuntaron dudas sobre los efectos del modelo de aplicación en España de la última reforma del Chequeo Médico de la PAC a pesar de algunas decisiones consideradas positivas como el desacoplamiento de las ayudas (desvinculación del pago respecto a la producción) para los cultivos herbáceos, trigo duro, aceite de oliva a partir de 2010 y de otros sectores como forrajes deshidratados, el ovino y caprino o el vacuno (excepto vaca nodriza) a partir de 2012 porque le deja libertad al agricultor y ganadero para planificar su empresa agraria, o la decisión de que los fondos procedentes de la modulación se queden en la Comunidad Autónoma que los generó. Se concluyó que medidas inamovibles como la penalización a los productores con nuevas modulaciones del 10% de las ayudas, el desmantelamiento de los mecanismos de intervención en los mercados en momentos de crisis y la derivación del dinero que se detrae de la modulación al desarrollo rural no aseguran presupuesto suficiente e independiente para afrontar los retos que se plantea la agricultura en un contexto de crisis alimentaria mundial.
La organización agraria se plantea seguir batallando por las mismas apuestas que siempre ha defendido: un modelo de seguros de rentas para agricultores y ganaderos, una fiscalidad agraria adaptada a la rentabilidad real de cultivos y ganaderías, fórmulas para solucionar los problemas de mano de obra, una ley de márgenes comerciales que frene los abusos de la distribución, el impulso del relevo generacional, condiciones de seguridad alimentaria y calidad iguales para todos los países que eviten la competencia desleal, una planificación de los recursos hidráulicos frente al déficit hídrico, inversiones en infraestructuras….Su principal reto y compromiso será prepararse para la PAC que se aprobará a partir de 2012-2013.
ASAJA Granada