Con estas ayudas se pretende dotar a las explotaciones apícolas de las infraestructuras y tecnologías necesarias para reducir los gastos de producción y, del mismo modo, promover sistemas de producción que comporten un aumento de calidad del producto final. Además, junto a estos dos objetivos se encuentra también la reducción de la presencia de enfermedades de las abejas.
En este sentido, son medidas subvencionables las destinadas a la asistencia técnica a los apicultores y agrupaciones de apicultores a través de medidas como la realización de cursos de formación tanto de estos profesionales como del personal al servicio de los centros de procesado de la miel o la contratación de técnicos y especialistas para asistirlos.
También podrán solicitarse ayudas dirigidas a la racionalización de la transhumancia. Así, las subvenciones de la Conselleria servirán para financiar sistemas de identificación de colmenas y cuadros, la edición de folletos y publicaciones para divulgar las buenas prácticas apícolas en las transhumancia, la contratación de seguros de daños propios y responsablidad civil de las colmenas y la adquisición de enjambre para reposición de bajas.
Asimismo, dentro de esta línea, los apicultores podrán recibir subvenciones para la adquisición de medios para el manejo de las colmenas incluyendo grúas, mallas de cobertura, sistemas móviles de extracción de miel, bidones y otros equipos necesarios para realizar la transhumancia.
Además, aquellos que cuenten con más de 300 colmenas inscritas en el Registro de Explotaciones Ganaderas, podrán recibir ayudas también la adquisición de vehículos de transporte.
La orden publicada por la Conselleria incluye también una línea de medidas para fomentar que las empresas apícolas puedan contar con laboratorios en los que se puedan realizar análisis de las características fisicoquímicas de la miel y dotarlos de material y personal técnico; o para que los apicultores puedan contratar estos servicios con laboratorios especializados ajenos.
También podrán solicitarse ayudas para la aplicación de medidas de lucha contra la varroasis, utilizando tanto tratamiento quimioterápicos como métodos biológicos.
Cuantía de las ayudas
La cuantía de las ayudas será de hasta el 90% del coste total en el caso de la contratación de personal técnico, con un máximo de 25.242 euros por cada uno. En el resto de las ayudas para gastos de inversión que realicen los apicultores se subvencionará un 75% mientras que el caso de inversiones en inmovilizado la ayuda será del 65% del coste presupuestado.
Así, la cuantía máxima será de 21.035 euros cuando las mejoras sean promovidas en explotaciones de un único titular. En el caso de explotaciones asociadas o de una agrupación de apicultores de al menos tres productores, la cantidad máxima será también de 21.035 euros por integrante, siendo el límite 72.121 euros. En cuanto a las ayudas dirigidas a las asociaciones de productores, podrán ascender hasta los 85.000 euros.
Por su parte, las subvenciones a los gastos en el tratamiento de la varroasis por métodos biológicos alcanzará los 0,90 euros por colmena mientas que en el caso del uso de tratamientos quimioterapéuticos será de 2 euros.
Los productores que quieran acogerse a estas ayudas pueden presentar sus solicitudes en el plazo de un mes. No obstante, para sucesivas campañas el plazo de solicitud se iniciará el 15 de noviembre y finalizará el 15 de diciembre.
Actividad trashumante
En la Comunitat Valenciana existen más de 385.000 colmenas distribuidas en unas 1.600 explotaciones, de las que Alicante cuenta con un 15 por ciento, Castellón con un 31 por ciento y Valencia con un 54 por ciento del censo.
Esta actividad productiva es básicamente trashumante, ya que más del 95 por ciento de las colmenas valencianas se trasladan a otros asentamientos fuera de la Comunitat, y en algunos casos pueden llegar a cambiar hasta cinco o seis veces su ubicación a lo largo del año.
Estos movimientos tienen por objeto permitir a las abejas la utilización de floraciones de distintas especies vegetales (almendro, azahar, girasol, espliego, romero, etc.) Esto provoca que la miel extraída después dé lugar a los diferentes tipos que aparecen en el mercado.
Para la Conselleria el sector apícola, al desarrollar su actividad en régimen de trashumancia, tiene un sistema productivo que permite obtener una mayor cantidad de producto final, al elevarse los rendimientos unitarios por colmena.
Sin embargo, acarrea mayores riesgos sanitarios y eleva los costes de producción. El mantenimiento de esta actividad por productores profesionales exige trabajar en dos niveles: reducción de los costes de producción y mejora de calidad del producto obtenido.
Por esta razón, es por lo que la Conselleria entiende que este sector precisa de una actuación encaminada a dotarlo de las infraestructuras y tecnologías necesarias para reducir los niveles de costes y promoviendo sistemas de producción que comporten un aumento de calidad del producto final. Estos objetivos, junto con la reducción de enfermedades de las abejas son los elementos claves del programa apícola valenciano, del que se deriva la línea de ayudas que aquí se contemplan.
Generalitat Valenciana