El mercurio es un contaminante mediambiental de larga vida, presente en el pescado y en los crustáceos en forma de metil-mercurio.
Aunque la exposición a metil-mercurio varía según los países, la ingesta máxima estimada para los consumidores europeos se acerca, sin superarlos, a los límites internacionalmente reconocidos.
El Panel Científico advierte que no se dispone de estudios específicos sobre ingesta en los grupos considerados como vulnerables, como los niños o las mujeres en edad fértil. Dichos estudios se llevarán a cabo en un corto plazo.
Teniendo en cuenta la importancia nutricional del pescado en la dieta, la EFSA recomienda que dichos grupos de población vulnerables, elijan pescados de entre un abanico más amplio que el que ofrecen las especies que parece que podrían acumular niveles superiores de metil-mercurio, como son los grandes depredadores (pez espada, atún y otros).
El pescado es parte fundamental de una dieta saludable y proporciona nutrientes muy importantes. Tanto la EFSA como la Agencia Española de Seguridad Alimentaria, recomiendan el consumo de pescado y, al igual que otras autoridades nacionales e internacionales, recuerdan que se debe comer al menos dos porciones de pescado por semana.
EFSA