UPA realizó esta valoración después de que el consejero, Jesús Oria, señalara que la erradicación de esta enfermedad está «muy cercana», lo que, según el sindicato, unido a los «mínimos históricos» alcanzados en tuberculosis «abre una puerta de esperanza» al futuro de la ganadería regional, en un año «especialmente difícil» para los ganaderos por la «brusca disminución» de la rentabilidad de las explotaciones.
Según el sindicato, estos datos «avalan» la apuesta de la organización cuando propuso, sin éxito, en el verano de 1997 «un giro radical y drásticas medidas» en la campaña de saneamiento ganadero al entonces consejero de Ganadería y que fueron puestas en marcha, e «incluso mejoradas», con la llegada en 2003 a la Consejería de Oria y el recientemente fallecido director general de Ganadería, Manuel Quintanal.
Para UPA, los niveles actuales de brucelosis y tuberculosis, con prevalencias en torno al 0,37% y 0,43%, respectivamente, «avalan» la política del Gobierno de Cantabria y «dejan en evidencia las criticas desaforadas» que desde sectores sindicales (UGAM-COAG), y políticos (PP) «intentaron tumbar la línea de tolerancia cero con el fraude y decidido intento de erradicación» instaurado por Oria y su equipo.
«Los que pedían dimisiones a lo largo de estos últimos años, tendrían que considerar ahora, por coherencia, dimitir ellos mismos», señaló el sindicato. «Una batalla jurídica, política, mediática y hasta personal», según UPA, «librada por la Consejería con el apoyo del Sindicato Democrático de Ganaderos-UPA Cantabria» y también por Asaja y Aigas, «contra algunos políticos, trapichantes, comerciantes y, desgraciadamente, contra algunos ganaderos».
Por último, UPA instó al consejero que «no se relaje» ni «se deje aconsejar por los que piden armisticios», y concluye que la lucha debe ser «infinita, universal y sin altibajos», aunque «sensible y sin sobresaltos económicos para los ganaderos».
Europa Press