La FAO discute estrategias de combate de la pesca ilegal

Nota de la FAO
Durante cuatro días, 84 Estados Miembros de la FAO discutieron en Roma sobre cómo cooperar internacionalmente para mejorar la gestión de las capacidades pesqueras nacionales y combatir la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (pesca IUU, por su sigla en inglés).

Al término de la consulta técnica celebrada entre los días 24 y 29 de junio en la sede de la FAO, el grupo de países en el que también participa la Unión Europea, recomendó que los gobiernos aumentasen la severidad de las penas para la pesca IUU; mayor cooperación para suprimir el comercio de especies capturadas ilegalmente y el establecimiento de mayores controles internacionales sobre las exportaciones de barcos de pesca de unas regiones a otras.

Los especialistas reunidos analizaron con preocupación el constante aumento de capacidad pesquera del atún en el Océano Pacífico central y oriental. En este sentido, se recomendó que los gobiernos de la región diesen atención prioritaria a abordar esta cuestión, con medidas restrictivas destinadas a evitar la introducción de nuevas embarcaciones pesqueras a larga escala.

Los especialistas reunidos encargaron a la FAO la creación de un centro de información sobre pesca ilegal, no declarada y no reglamentada en todo el mundo y el desarrollo de una serie de criterios comunes para medir las capacidades pesqueras.

Además, se solicitó a la FAO que llevase a cabo una revisión global de las capacidades de pesca e intensificara el apoyo técnico que proporciona a los países en desarrollo que dependen de este recurso y que tienen que hacer frente a problemas de gestión de capacidad y pesca ilícita.

Según los informes de la FAO presentados durante la consulta, el problema de la pesca IUU sigue empeorando mientras la capacidad de pesca global ha comenzado a estabilizarse en términos de número y de tonelaje de las embarcaciones pesqueras a nivel mundial.

Algunos avances, mucho por hacer

De los 80 países que respondieron a un sondeo de la FAO, 40 declararon tener en marcha programas nacionales para el control de la capacidad pesquera, pero poco más de la mitad de ellos, 26 países, habían establecido topes de capacidad para sus flotas pesqueras comerciales.

53 de los países que respondieron habían desarrollado planes nacionales de gestión de capacidad o estaban a punto de hacerlo.

Según la FAO, el tamaño de la flota pesquera global se ha estabilizado en torno a 4,1 millones de embarcaciones cubiertas y descubiertas, según la FAO. Para los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el tamaño de sus flotas no sólo se ha estabilizado sino que se ha reducido.

El número de nuevas embarcaciones con peso superior a 100 toneladas que se construyen cada año es de 300, muchas menos que las 2 500 que se producían en los años ochenta.

Sin embargo, señaló la Organización, es difícil medir hasta qué punto las nuevas tecnologías y otras mejoras en la capacidad de captura de las embarcaciones han compensado la reducción de embarcaciones.

De hecho, a pesar de las tendencias agregadas globales, un análisis pesquero por pesquero podría revelar que el exceso de capacidad todavía está presente en una gran parte de las flotas que explotan los mayores bancos de pesca comercial.

La pesca ilegal: un problema en aumento

Un problema a menudo asociado con el exceso de capacidad en las flotas pesqueras es la pesca IUU, es decir, la pesca sin licencia, o la que no respeta las cuotas de captura, o que usa equipos prohibidos o, simplemente, las capturas no declaradas.

Según la FAO, la pesca IUU está aumentando sea como método que como número o cantidad de capturas, perjudicando seriamente los esfuerzos nacionales y regionales de gestión sostenible de los recursos pesqueros.

Las violaciones más comunes de la pesca IUU, según un informe de la FAO, incluye el uso de artes de pesca ilegales y la violación de las temporadas establecidas para la pesca, la pesca en áreas vedadas y la captura de especies prohibidas o de tamaño inferior al permitido.

El estudio, basado en información proporcionada por 82 Estados Miembros de la FAO señaló como principal barrera para un mayor control de la pesca IUU la falta de información sobre las capturas de las embarcaciones y sus actividades.

Cerca de un 63 por ciento de los países que respondieron al cuestionario de la FAO indicaron que conocían las posiciones de la mayoría de las embarcaciones pesqueras que operaban en sus aguas y que eran capaces de determinar el volumen de las capturas usando las informaciones proporcionadas por dichas embarcaciones.

Pero el sondeo reveló también que de los países que garantizaban permiso a barcos extranjeros para pescar en sus aguas nacionales, sólo el 60 por ciento reconoció controlar que esas embarcaciones estaban autorizadas a pescar por sus autoridades portuarias.

En términos de capturas en alta mar, el informe concluye que si bien hay controles en práctica, menos del 50 por ciento de los países realizan controles efectivos sobre las embarcaciones que pescan bajo su bandera nacional en aguas de alta mar.

Buena disposición para la cooperación internacional

Los órganos pesqueros regionales – organizaciones intergubernamentales que gestionan recursos pesqueros compartidos en una determinada zona – dieron cuenta en otro estudio de la FAO que están adoptando una nueva gama de medidas contra la pesca IUU. Cinco de estos órganos reportaron que sus medidas están ayudando a reducir la pesca IUU de algunas especies.

Otros órganos pesqueros están trabajando para gestionar las capacidades pesqueras de manera cooperativa. Por ejemplo, la Comisión Interamericana sobre el Atún Tropical, compuesta por 14 países, informó a la FAO de que estaba finalizando un plan regional para la gestión de su capacidad pesquera para su área de jurisdicción en el Este del Océano Pacífico. Durante la reunión de esta semana, los países recomendaron que otros órganos de gestión de la pesca desarrollen también planes de capacidad.

FAO

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