El mercado de la fruta y verdura orgánica ofrece un potencial significativo para que los países aumenten los ingresos procedentes de la exportación y para que diversifiquen su base agrícola, según un nuevo informe de la FAO titulado Mercados mundiales para la fruta y verdura orgánica.
"El crecimiento fuerte y estable de las ventas de alimentos orgánicos ha hecho que estos productos hayan conquistado un puesto relevante en el mercado", dice el informe de 312 páginas publicado conjuntamente por la FAO, el Centro de Comercio Internacional y el Centro Técnico de Cooperación Agrícola y Rural.
El informe facilita información detallada sobre la demanda de productos en los principales mercados de alimentos orgánicos del mundo, entre los que se encuentran Estados Unidos, Japón y los países de la Unión Europea. Analiza además los presupuestos para un crecimiento mayor de las ventas.
El informe indica como ponerse en contacto con las organizaciones que trabajan en el sector de los alimentos orgánicos y facilita información, incluidas páginas en Internet, de dichas organizaciones. Contiene también estudios de casos del sector de los alimentos orgánicos en siete países en vías de desarrollo.
El informe subraya que "las economías de muchos países en vías de desarrollo dependen de la exportación de un número relativamente pequeño de productos, en su mayor parte de procedencia agrícola. La diversificación de la producción agrícola reviste, por tanto, una enorme importancia.
Se prevé que el consumo de alimentos orgánicos sobrepase la producción interna de los mismos en los países desarrollados, haciendo así que haya que recurrir a importaciones significativas de estos productos". Este hecho supondrá mayores oportunidades para los países en vías de desarrollo.
Sin embargo, el informe lanza una advertencia: el desarrollo del sector de la alimentación orgánica puede ser difícil y arriesgado, sobre todo cuando los productores se ven obligados a hacer frente a obstáculos normativos y psicológicos ligados a la postura de los consumidores sobre los alimentos orgánicos. Desde el punto de vista legal, los productores deben adecuarse a normas muy estrictas. Además los países desarrollados pueden no aceptar productos de los países en vías de desarrollo, porque no se fían de los sistemas de certificación orgánica de esos productos. Los responsables de las decisiones en el sector público y privado carecen a veces de la información necesaria para tomar decisiones relativas al desarrollo de la producción orgánica.
ALGUNOS DATOS
*Valor total de la venta de alimentos orgánicos:
Estados Unidos (8.000 millones de dólares)
Alemania (2.100 millones de dólares)
Reino Unido (2.100 millones de dólares)
Italia (1.000 millones de dólares)
Francia (850 millones de dólares)
Suiza (450 millones de dólares)
*Estos números son significativos; sin embargo todavía representan una cuota muy reducida del total del mercado de la alimentación. Las cuotas de mercado de los alimentos orgánicos representan en la mayoría de los países alrededor del uno por ciento de las ventas totales de alimentos.
*Muchos países han conseguido ganancias relevantes en los últimos años. El valor de las ventas ha aumentado en la mayor parte de los mercados a un porcentaje anual del 20 al 30 por ciento.
– En Alemania entre 1993 y 1997, el crecimiento anual de la venta de frutas orgánicas fue del 8 por ciento y el de verduras orgánicas del 15 por ciento.
– En Italia, la venta de fruta y verdura orgánica al por menor creció en un porcentaje anual del 85 por ciento entre 1998-2000. A principios de 2001, tras el primer caso de EEB, el porcentaje de crecimiento fue aún mas alto ya que la preocupación por la seguridad de los alimentos convencionales, sobre todo carne y productos cárnicos, se tradujo en un fuerte aumento de la demanda de fruta y verdura en general y de la producida de forma orgánica en particular.
– En 1987 sólo cinco agricultores en Argentina cultivaban alimentos orgánicos. Hoy el entero sector alcanza los 20 millones de dólares. La variedad de fruta y verdura producidas va desde las peras a las manzanas, pasando por mandarinas, uva, remolachas y zanahorias.
FAO