Los llamamientos interinstitucionales consolidados de Naciones Unidas para el año 2001 se harán el 29 de noviembre, bajo el patrocinio del Secretario General de la ONU, en seis capitales donantes, además de Nueva York y Ginebra. En la Sede de la FAO en Roma, uno de los sitios escogidos para celebrar este acontecimiento, participarán el Ministro de Exteriores de Italia, Lamberto Dini, y el Director General de la FAO, Jacques Diouf. El tema de los llamamientos de este año es Las mujeres y la guerra. Todos los años, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de Naciones Unidas (OCHA) hace llamamientos a los gobiernos donantes para dar ayuda humanitaria a la población más vulnerable de las zonas de crisis. Los llamamientos de 2001 se concentran en las actividades de socorro dirigidas por organismos de Naciones Unidas en más de 20 países. En Roma se pondrán de relieve las necesidades humanitarias de Angola, Somalia y Tayikistán, países cuya historia reciente ha estado marcada por el conflicto civil, y en el caso de estos dos últimos también por periodos de extrema sequía. Este año la FAO está exhortando a la donación de alrededor de 150 millones de dólares EE.UU. para ayudar a la población vulnerable de países y regiones que necesitan ayuda urgente, entre ellos Afganistán, Angola, Burundi, la República Democrática del Congo, la República del Congo, Eritrea, Etiopía, la República Popular Democrática de Corea, las islas Malukus de Indonesia, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Tayikistán y Uganda, junto con la región septentrional del Cáucaso de la Federación Rusa y la región de los grandes lagos de África. «La función de la FAO consiste en ayudar a campesinos afectados por desastres a restablecer la producción de alimentos a la brevedad posible», explica Anne M. bauer, Jefe del Servicio de Operaciones Especiales de Socorro de la FAO. A través de este Servicio, la FAO proporciona socorro inmediato en respuesta a peticiones de ayuda agrícola urgente, mediante la distribución de semillas, aperos, fertilizantes, equipo agrícola y suministros veterinarios y de piensos, así como animales para cría. La FAO ayuda a rehabilitar estructuras de irrigación y ofrece asesoría técnica mediante la coordinación de todos los programas de ayuda de emergencia relacionados con la agricultura. El año pasado la FAO hizo un llamamiento por 145 millones de dólares EE.UU. para financiar actividades de urgencia en más de 14 países y regiones. El tema de los llamamientos de este año destaca el sufrimiento de las mujeres en la guerra, la función crítica que desempeñan en las actividades de socorro y para lograr y mantener la paz. El año que viene las instituciones de asistencia estratégica de Naciones Unidas reflejarán este tema. «La pérdida de semillas, ganado y aperos durante los conflictos armados pone en peligro la capacidad de las mujeres para alimentar a sus familias -explica Sissel Ekaas, titular de la Dirección de la Mujer y de la Población-. Se añade al trauma que las mujeres sufren por la guerra el temor a la violencia sexual y a los daños físicos. Esto es cierto en particular en las zonas rurales alejadas de la atención de la prensa, violaciones que, por lo mismo, a menudo son ignoradas o quedan sin darse a conocer al público». La FAO actualmente colabora con el Programa Mundial de Alimentos en la preparación de un conjunto de directrices de capacitación para los socorristas, con el fin de facilitar una evaluación de necesidades y planificación que tomen en cuenta las cuestiones de género en las situaciones de urgencia. El proyecto de directrices se terminará a fines de 2000 y se someterá a prueba a principios del año próximo. En octubre el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas adoptó por unanimidad su primera resolución respecto a las mujeres, la paz y la seguridad, una muestra más de la firmeza del tema de Las mujeres y la guerra en el programa de Naciones Unidas. La resolución pide someter a proceso los crímenes contra las mujeres, dar a éstas y a las niñas mayor protección durante los conflictos armados, incluir más personal femenino en las operaciones de paz de Naciones Unidas y en las misiones de campo, así como una mayor participación de las mujeres en los procesos de toma de decisiones en los ámbitos nacional, regional e internacional. El objetivo consiste en dejar de ver a las mujeres sólo como víctimas en las situaciones bélicas, para considerarlas participantes fundamentales en el proceso de paz.
FAO