«Si no hay una respuesta al llamamiento de la FAO para financiar proyectos agrarios por valor de 3,5 millones de dólares, las consecuencias podrían ser desastrosas para 1.800.000 habitantes de las zonas rurales, declaró Michael Stapleton, coordinador de los programas de la FAO en la República Popular Democrática de Corea. «Aumentando la producción agraria disminuirían en parte las necesidades de ayuda alimentaria», dijo.
Urgen fondos para incrementar la producción de cultivos y hortalizas en la próxima temporada de primavera/verano y para reducir las pérdidas posteriores a la cosecha. De ese modo se contrarrestaría la falta de alimentos durante el período de escasez que va de agosto a octubre.
Los principales cultivos de cereales en el país son arroz y maíz. Se siembran durante primavera y verano, intercalados con centeno y patatas, seguidos por el trigo de invierno. Este modelo de siembra – que se conoce como «cultivos dobles intercalados» o «doble cosecha»-, aumenta la disponibilidad de los alimentos y mejora la nutrición durante el período de escasez.
Doble cosecha en peligro
La ayuda de los donantes permitiría que los agricultores continuasen con el programa de cultivos dobles intercalados que la FAO lleva a cabo satisfactoriamente desde 1997.
El sistema de cultivos dobles intercalados se aplica en unas 220.000 hectáreas, que es aproximadamente un 18 por ciento de los campos cultivados. Esto ha llevado a un aumento de la producción de un 15 por ciento. Sin embargo, el éxito de la doble cosecha depende mucho de los insumos, por ejemplo de los fertilizantes minerales, explicó Stapleton.
«La FAO ha suministrado cientos, a veces miles, de toneladas de fertilizantes durante los últimos años. Estas cantidades son importantes porque complementan las donaciones bilaterales de fertilizantes que a veces son inciertas», recordó.
La financiación permitiría que la FAO continúe poniendo en práctica la Gestión Integrada de las Plagas, que sirve para proteger a los cultivos de las enfermedades utilizando menos plaguicidas y métodos menos agresivos para el medio ambiente. La FAO quiere promover además programas orgánicos de fertilidad de los suelos que reduzcan el empleo a larga escala de fertilizantes.
Pérdidas posteriores a la cosecha
Las pérdidas de arroz posteriores a la cosecha se estiman en más del 15 por ciento, debido en primer lugar a la poca fiabilidad del suministro de energía en los centros de trilla. La FAO se propone limitar las pérdidas posteriores a la cosecha dotando a 50 cooperativas agrícolas con trilladoras de fácil uso.
Las familias campesinas se enfrentan al problema del almacenado de las semillas de patatas. Una buena parte de semillas se han estropeado por el rigor de la temperatura, que en invierno es inferior a cero grados. Actualmente, los campesinos almacenan las semillas en sus casas. La FAO quiere potenciar la construcción de silos subterráneos.
Millones de personas necesitan ayuda
Según un reciente informe de la FAO, se prevé que la producción de cereales en Corea del Norte durante el bienio 2003/04 alcance los 4,16 millones de toneladas, la mejor cosecha de los últimos nueve años. A pesar de la recuperación de la agricultura en los tres últimos años, la producción nacional sigue siendo inferior a las necesidades alimentarias mínimas. Corea del Norte dependerá una vez más de la ayuda alimentaria externa. El déficit de cereales en 2003/04 se calcula en 944.000 toneladas.
Alrededor de 6.500.000 personas vulnerables necesitarán ayuda alimentaria el próximo año y la malnutrición infantil es difusa en el país.
FAO