Actualmente hay 37 países del mundo que afrontan crisis alimentarias debidas a conflictos y desastres naturales. Además, la seguridad alimentaria se ve afectada negativamente por subidas sin precedentes del precio de los alimentos básicos, originadas por unas reservas históricamente bajas, sequías e inundaciones relacionadas con el cambio climático, los altos precios del petróleo y una creciente demanda de biocombustibles. Los elevados precios internacionales de los cereales ya han desatado disturbios alimentarios en varios países.
El pasado noviembre, en la publicación Perspectivas Alimentarias, la FAO estimaba que el coste total de los alimentos importados por los denominados Países de Bajos Ingresos y con Déficit de Alimentos (PBIDA) en 2007 sería un 25 por ciento mayor que el año precedente, superando los 107.000 millones de dólares EE.UU.
“Se necesitan medidas nuevas y urgentes para prevenir un agravamiento de las crisis alimentarias emergentes y relanzar rápidamente la producción de los cultivos en los países más afectados”, aseguró el Director General de la FAO, Jacques Diouf, en una conferencia de prensa en sede de la Organización en Roma. “Sin el apoyo a los agricultores pobres y sus familias en los países más afectados, éstos no podrán hacer frente a las dificultades. Una herramienta eficaz para proteger del hambre y la desnutrición a los hogares pobres y vulnerables de las zonas rurales será ayudarles a corto plazo y permitirles producir más alimentos”, añadió Diouf.
La FAO pide actuar con urgencia para proporcionar a los pequeños agricultores de los PBIDA, con elevada dependencia de las importaciones alimentarias, un mejor acceso a insumos como fertilizantes, semillas o de otros tipos para aumentar la producción de los cultivos locales.
Dentro de los países, un mejor acceso a estos insumos podría ser a través de cupones que los agricultores pobres usen para comprar semillas, abono y de otros tipos para los principales cultivos básicos, lo que debería incrementar la producción local de alimentos. Estos pasos podrían hacer disminuir la persistente amenaza de malnutrición severa para millones de personas, según la FAO.
La FAO apoyará un programa modelo catalizador en estrecha cooperación con el sector privado. Al mismo tiempo, la Organización aspira a ayudar a los países a movilizar los recursos necesarios para fortalecer su capacidad productiva, acceso a los mercados y otras medidas requeridas para la seguridad alimentaria de las familias a largo plazo.
El éxito de Malawi
“Algunos países como Malawi han demostrado que es posible aumentar la producción local de alimentos mediante el suministro de de cupones para insumos agrícolas,” dijo Diouf. “Ayudado por unas lluvias favorables, el programa de Malawi ha presentado unos resultados espectaculares a lo largo de los dos últimos años: la producción de maíz en 2006/2007 excedió en un millón de toneladas a las necesidades nacionales de maíz. El valor de la producción extra ascendió al doble de las inversiones realizadas. Muchos pequeños agricultores se han beneficiado y han aumentado la producción para su propio consumo. El éxito de Malawi podría ser repetido por otros países que se enfrentan a una coyuntura muy difícil de producción alimentaria”.
Para aumentar la capacidad de producción de los países beneficiarios, una intervención a corto plazo no podrá reemplazar nunca a las inversiones a medio y largo plazo, resaltó la FAO. “Por el contrario, queremos disminuir la presión sobre los gobiernos para financiar costosas importaciones de alimentos, y que puedan centrarse en soluciones a largo plazo. Las inversiones a corto plazo tienen que estar inmediatamente acompañadas de medidas para garantizar el control del agua, aumentar las infraestructuras agrícolas, mejorar la fertilidad de suelos y garantizar la sostenibilidad a largo plazo de la producción agrícola,” dijo Diouf.
La FAO financiará un programa modelo de intervenciones con los recursos que le proporcionan los países miembros, e invitará a gobiernos nacionales, organismos internacionales y otros donantes a repetir y extender intervenciones exitosas en armonía con las iniciativas internacionales en curso.
FAO