La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha hecho público un informe en el que se analizan los diversos argumentos que justifican las prácticas de laboreo de conservación. Con los nuevos sistemas de laboreo de conservación y tras los experimentos llevados a cabo se ha constatado que esta práctica mantiene los elementos nutritivos del suelo, conserva el agua al favorecer la absorción e infiltración, además de proteger la biodiversidad mediante el respeto del equilibrio natural del campo. Con esta técnica, el agricultor reduce su trabajo y el tiempo en el campo, la producción es más estable, particularmente en años secos, al mejorar la infiltración del agua, mejora el tránsito en los campos, las cosechas aumentan gradualmente al reducirse cada vez más el consumo de insumos y se elevan la rentabilidad de la producción agraria.
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