Con motivo de la celebración en Ragusa (Sicilia), de la asamblea general del Observatorio Internacional Permanente sobre la Cunicultura de los Países de la Cuenca Mediterránea, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha anunciado que está muy interesada en promover las actividades de cunicultura mediante diversos proyectos de cría de conejos que respalda en todo el mundo.
«Cada vez se reconoce más que las pequeñas especies, sobre todo los conejos, tienen un potencial que hasta ahora no se ha valorado suficientemente», ha declarado Emmanuelle Guerne-Bleich, experta del Departamento de Producción Animal de la FAO.
«En estos últimos años, gracias al financiamiento de ‘Telefood’, la FAO ha lanzado numerosos proyectos de cría de conejos en Túnez, Marruecos, Letonia, en Papuasia Nueva Guinea, Barbados y Gambia, mientras que en Cuba tendrían que ponerse en marcha a mayor escala, merced a un financiamiento garantizado por fondos fiduciarios», ha subrayado la experta de la FAO. Se han individuado proyectos potenciales en otros numerosos países, mientras la FAO intensifica su cooperación con otros gobiernos, especialmente Camerún y México, para la realización de proyectos.
Al mismo tiempo, el Observatorio Internacional Permanente sobre la Cunicultura de los Países de la Cuenca Mediterránea, ha ampliado sus actividades para hacerlas extensivas a América Latina, Centroamérica y el Caribe.
La reunión de la Observatorio en Ragusa, permitirá un intercambio de pareceres y brindará la ocasión de verificar las iniciativas que conviene poner en marcha para desarrollar de manera efectiva la cunicultura en los países que participan en este esfuerzo colectivo. Entre estas iniciativas hay que citar la creación de un sitio internet.
La cunicultura puede mejorar notablemente la alimentación de los países en desarrollo. Como es sabido el conejo es un animal muy prolífico: una hembra puede producir hasta 80 kilos de conejo vivo cada año, es decir del 2.900 al 3.000 por cien de su proprio peso en carne. La carne de conejo es muy nutritiva: su contenido de materia grasa y colesterol es escaso, es rica de proteínas, vitaminas y sales minerales.
La cría de conejos de granja proporciona a los campesinos ingresos extra, mejorando además el régimen de alimentación de los hogares urbanos y rurales. Se dice que el conejo es una despensa permanente para la granja. La inversión inicial y los costes de cría son escasos. Al ser herbívoro, el conejo no sustrae alimentos al ser humano: se nutre de forraje y de sobras.
Se calcula que la producción anual de conejos en la actualidad se remonta a más de un millón de toneladas, según estimaciones de la FAO. El productor más grande es China con 315.000 toneladas en el 2000, seguida por Italia (221.000 toneladas), España (135.000 toneladas) y Francia (85.000 toneladas). Entre los otros países productores hay que citar a Egipto (69.600 toneladas), Malta (1.350 toneladas) y Chipre (830 toneladas).
Siempre en el año 2000 Europa produjo 570.051 toneladas, África 85.782 toneladas (de las cuales 76.600 toneladas en el Norte de África), América del Sur 16.317 toneladas y América Central 4.364 toneladas. En Norteamérica se produce y se consume poco conejo. La producción se calcula en 35.000 toneladas.
Los países del Norte de África cubren el 90 por ciento de la producción del continente africano y representan el 15 por ciento del mercado europeo (570.051 toneladas). Marruecos encabeza la producción con 0.78 kg. por habitante y año. Pero a pesar de algunas empresas comerciales, la cunicultura de África del Norte es esencialmente de tipo familiar.
Por cuanto concierne al consumo, Italia es la primera con 5,8 kg. por habitante y año, mucho más que el primer productor mundial, China, donde no se consumen más de 0,07 kg. por habitante y año. China organiza su producción más para obtener angora que por la carne del animal. En Asia, aparte de China, la cría de conejos está desarrollada sobre todo en Indonesia.
Numerosos obstáculos en materia de sanidad animal y de gestión de la producción impiden todavía el desarrollo de la cunicultura. Hay que señalar también las graves lagunas a nivel de formación técnica y el problema de la vacuna contra la enfermedad viral hemorrágica del conejo.
El conejo fue descubierto en España por los fenicios, 1.000 años antes de Cristo. Su cría no arraigó verdaderamente en Europa hasta el siglo XVI. Solamente en el siglo XIX la cría de conejos se convirtió en una actividad practicada por la mayor parte de los europeos (en el medio rural tanto como por los obreros de las ciudades). Muchos expertos creen en el futuro de la cunicultura en los países en desarrollo ya que la inversión y los costes son escasos, la carne nutritiva y las prohibiciones o tabúes de orden religioso, social o cultural son poco numerosos.
FAO