La FAO reúne en el CSIC a expertos de todo el mundo para combatir las plantas exóticas invasoras

En el reino vegetal existen actualmente unas 250.000 especies diferentes, cifra que se reduce rápidamente como consecuencia de las diversas agresiones humanas. Pero entre ellas existen algunas especies muy flexibles y agresivas que han pasado a dominar un número creciente de hábitats, sustituyendo a las especies nativas. Se las conoce como plantas invasoras, plantas plaga, plantas nocivas exóticas o malas hierbas y, en muy diversos ecosistemas, suponen una seria amenaza para cultivos, espacios naturales o cursos de agua.

A escala mundial, de las 250.000 especies de plantas, sólo unas 800 están consideradas actualmente como malas hierbas. Sin embargo, existen al menos otras 1.000 especies que pueden llegar a convertirse en plagas si consiguen introducirse en el ambiente adecuado. El creciente movimiento de material vegetal entre países facilita extraordinariamente este proceso de invasión. De forma intencionada (introducción de nuevas especies para revegetación) o accidentalmente (contaminantes en el comercio de semillas), cada año se introducen en España numerosas especies problemáticas.

Un caso ilustrativo es el del jacinto de agua (Eichornia crassipes), que adorna muchos estanques de nuestras ciudades y que se ha convertido en la peor mala hierba a escala mundial. Esta planta, originaria de la zona tropical de Argentina y Brasil, ha invadido en pocos años los cursos de agua de África, Asia y Norteamérica y, recientemente, ha conseguido establecerse en las desembocaduras del Tajo y el Ebro.

EVALUACIÓN DE RIESGOS
Ante esta problemática, la FAO ha organizado una reunión internacional de expertos en este tema, con objeto de estudiar posibles soluciones. Esta reunión, que se ha celebrado en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha ayudado a clarificar el problema y ha generado una serie de propuestas de acciones concretas que se desarrollarán en los próximos meses.

Entre estas propuestas, destaca el establecimiento de unas normas y procedimientos para la evaluación de los riesgos asociados a la introducción de nuevo material vegetal en el país, así como la detección temprana de problemas originados por escapes de dicho material. Estas directrices, una vez aprobadas oficialmente por la FAO, serán propuestas a los Gobiernos de los países miembros para que las incorporen a sus respectivas legislaciones.

BIOSEGURIDAD
En Europa la normativa al respecto es casi inexistente. En la actualidad, sólo hay una especie vegetal, el muérdago enano (Arceuthobium), incluida en la lista de organismos sometidos a cuarentena. En España la única regulación relativa a la introducción y dispersión de organismos nocivos es el Real Decreto 2.071 de 1993, que no reconoce prácticamente el problema de las plantas invasoras.

Los científicos del área han mostrado su sorpresa ante la importancia que se da a los posibles riesgos asociados a las plantas modificadas genéticamente, mientras se ignoran los de las plantas invasoras, y argumentan que si los de las primeras son especulativos, los de las segundas son ciertos y bien demostrados. En este sentido, la Unión Europea debería seguir la pauta ya existente en algunos países, donde la legislación sobre bioseguridad incluye todo tipo de organismos que pueden entrañar riesgo para la sociedad o el medio ambiente, tanto si son naturales como producto de manipulaciones genéticas.

Las directrices que actualmente está desarrollando la FAO en materia de cuarentenas, evaluación de riesgos, detección temprana de focos y establecimiento de programas de manejo de estos materiales, deberían constituir la base técnica sobre la que asentar las políticas sobre bioseguridad de los diferentes países.

FAO

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