La Fundación Biodiversidad, fundación pública del Gobierno de España, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, se suma este año a la celebración del Día Mundial de la Biodiversidad, presentando el trabajo de los prestigiosos fotógrafos de naturaleza Joel Sartore y Andoni Canela. Se trata de reflexionar sobre el valor de la imagen como medio de sensibilización ambiental.
El compromiso con el medio natural es particularmente importante en un país como España, que alberga una muestra muy representativa de la biodiversidad existente en el planeta y cuenta con una larga lista de especies endémicas.
Aunque, por su latitud, España se considera una zona de clima templado, la diversidad de su territorio impide hablar de un país físicamente homogéneo. La variedad de sus cordilleras, valles y mesetas, la orientación de sus costas (bañadas por distintas masas de agua) y la confluencia de al menos tres zonas climáticas claramente diferenciadas, hacen de España el país con mayor biodiversidad de todo el continente europeo.
España cuenta con 10.000 especies de plantas diferentes que representan el 80% de las existentes en la Unión Europea y casi el 60% de las que se hallan en todo el continente, de las cuales 6.500 son plantas autóctonas y 1.500 endémicas, es decir, especies únicas en el mundo.
En asociación con las comunidades vegetales, en el territorio peninsular han prosperado comunidades de vertebrados e invertebrados que componen el más abundante muestrario de biodiversidad europeo. Con un total de entre 50.000 y 60.000 especies animales, representa más del 50% de las especies existentes en la Unión Europea. Rapaces como el águila imperial o felinos como el lince ibérico tienen su único hábitat en España.
En respuesta a la necesidad de preservar este ambicioso legado, buena parte del territorio español se encuentra amparado bajo alguna figura jurídica. La Red Natura 2000, que engloba todos los lugares que según la Unión Europea deben ser protegidos por su interés natural, incluye más de 12 millones de hectáreas de territorio español. Es lo mismo que decir que el 25% del país está considerado de gran interés por Europa y se encuentra protegido legalmente.
Esta preocupación por conservar los valores naturales del territorio abre una ventana de oportunidades para la reactivación económica de las zonas rurales. Las políticas ambientales están contribuyendo, por ejemplo, a la transformación del campo, al promover modelos de desarrollo que compatibilizan la actividad agraria con la conservación de la naturaleza. Así pues, durante la última década, la agricultura ecológica ha crecido en España más que en ninguna otra parte de la Unión Europea y ya ocupa un millón de hectáreas, lo que se traduce en creación de empleo (la agricultura ecológica representa el 20% de los puestos de trabajo del sector ambiental). Algo similar se podría decir de otros yacimientos de empleo verde como la gestión de bosques, las tecnologías limpias, o las energías renovables. Según la directora de la Fundación Biodiversidad, Ana Leiva, “la protección de espacios naturales provocará un aumento del empleo en los próximos cinco años, pasando de los 4.000 puestos de trabajo directos a los 10.000”.
Además, los valores naturales del territorio están estrechamente ligados al mantenimiento de paisajes singulares y de las culturas que los han hecho posibles, así como a otras funciones sociales relacionadas con la educación, la investigación y el ocio.
Cuenta Atrás 2010
Para detener la pérdida de biodiversidad y conseguir que los distintos gobiernos de la Tierra asuman sus compromisos ambientales, a principios de siglo se puso en marcha un proyecto internacional bajo el nombre de “Cuenta Atrás 2010”. Esta iniciativa de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN) trabaja para frenar la pérdida de biodiversidad, marcando el año 2010 como primera meta para la consecución de objetivos.
Esta campaña debe su creación a la constatación, por parte de los científicos, de la existencia de una acelerada pérdida de biodiversidad, tanto en Europa como en el resto del mundo, comparable a la que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años.
Hasta la fecha, más de una veintena de instituciones europeas han respaldado la iniciativa, desde el Consejo de Europa hasta los Ministerios de Medio Ambiente del Reino Unido, Italia o España.
En abril de 2006 la Fundación Biodiversidad se adhirió a la “Cuenta Atrás 2010”, y actualmente apoya esta campaña trabajando en más de 400 proyectos de conservación y uso sostenible de recursos naturales, así como trasladando a todos los sectores públicos la necesidad de detener la pérdida de biodiversidad.
La presidencia española de la Unión Europea durante el primer semestre de 2010 supone una oportunidad única para seguir avanzando en esta línea y combatir uno de los tres grandes problemas ambientales a escala global: la desaparición de especies ligada al progresivo deterioro de los ecosistemas naturales.
En palabras del fotógrafo Joel Sartore: “Los animales nos muestran una increíble variedad de formas, tamaños, colores y comportamientos. Pero muchos están ahora en peligro de extinción, en gran medida, por la acción del Hombre. ¿Queremos vivir en un mundo sin ellos? Es una locura pensar que podemos destruir especie tras especie y ecosistema tras ecosistema sin que esto afecte a la humanidad”.
Fundación Biodiversidad