Nota FAO
Los intercambios comerciales y el movimiento de personas y animales pueden hacer que el virus de la gripe aviar se asiente en las regiones del Mar Negro, el Caúcaso y Oriente Próximo, y que se propague aún más a través de las aves migratorias, en particular las que se desplacen desde África la próxima primavera, según alertó hoy la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
“La FAO está preocupada por la posibilidad de que nuevos países resulten infectados a través de los desplazamientos de personas y animales, o de las aves migratorias”, advirtió David Harcharik, Director General Adjunto de la FAO, en su intervención en la jornada inaugural de la Conferencia Internacional sobre Promesas de Contribuciones para la Gripe Aviar y la Gripe Humana en Beijing, China.
“Africa requiere toda nuestra atención. Con su llegada a Turquía, el virus ha alcanzado la encrucijada entre Asia, Europa y Africa, y existe un riesgo real de que continúe extendiéndose. Si llegara a hacerse endémico en las zonas rurales africanas, las consecuencias para un continente ya devastado por el hambre y la pobreza podrían ser catastróficas”, advirtió Harcharik.
En zonas donde la epidemia es ya endémica se deberían controlar los movimientos de animales, mercancías y personas. La FAO ha pedido también a todos los países situados en las rutas de las aves migratorias que estén en estado de alerta y preparados para hacer frente a la propagación de la enfermedad en los animales.
Luchar contra el virus en los animales
“Luchar contra la gripe aviar en los animales es la forma más efectiva y económicamente más rentable de reducir la posibilidad de que el virus H5N1 mute o se adapte para provocar una pandemia de gripe humana”, aseguró Harcharik.
“Contener la epidemia en los animales domésticos -en su mayor parte pollos y patos- reducirá de forma significativa el riesgo para las personas. La gripe aviar no debe ser considerada únicamente como una cuestión de salud humana, sino también de salud animal”.
“Esta idea implica una estrecha cooperación entre los responsables de los servicios sanitarios y los de sanidad animal y vegetal. Los países que promuevan una mayor colaboración entre estos sectores tendrán más posibilidades en la lucha contra la enfermedad –añadió-. Un servicio veterinario centralizado y bien dirigido es esencial para el éxito en la lucha contra la gripe aviar”.
“Los gobiernos fracasarán en su combate contra la gripe aviar si no dan a sus servicios veterinarios el apoyo político y los medios técnicos y financieros necesarios. Los sistemas de alerta temprana, las intervenciones de urgencia y las medidas preventivas serán insuficientes sin la existencia de un servicio veterinario bien organizado”, subrayó Harcharik.
La mejora de la vigilancia y la detección permitirá a los campesinos y los servicios veterinarios intervenir de forma rápida y aplicar las medidas recomendadas a nivel internacional, como el sacrificio de animales y la vacunación.
Según la FAO, las prácticas agrícolas de riesgo, como mezclar las diferentes tipos de aves en las granjas o en los mercados de animales vivos, deben cesar cuanto antes, y es necesario mitigar el impacto que estas medidas tendrán en los medios de subsistencia de los pequeños campesinos. Hay que controlar de forma estricta el movimiento de animales, personas y mercancías desde las zonas donde la epidemia es ya endémica hacia otras regiones libres hasta ahora de la enfermedad.
Hacen falta fondos
“Se necesitarán fondos para ofrecer una compensación a los campesinos y promover así su participación en la campaña contra la epidemia”, explicó Harcharik.
Para el combate a nivel mundial de la enfermedad en los animales, en el que la FAO desempeña un importante papel, se estima hacen falta varios cientos de millones de dólares.
Hasta la fecha, la FAO ha recibido cerca de 28 millones de dólares EE.UU. de los donantes, y desde que comenzó la crisis de la gripe aviar en 2003, el organismo de la ONU ha dedicado más de 7 millones de dólares de sus fondos propios para ayudar a los países afectados. Este dinero se ha destinado a establecer planes de lucha contra la epidemia, medidas de vigilancia y laboratorios de diagnóstico veterinario, y para realizar estudios socioeconómicos sobre el impacto de la epidemia y el coste de la campaña contra la enfermedad.
Durante los próximos tres años, la FAO necesitará un mínimo de 50 millones de dólares para poder seguir apoyando la coordinación y la cooperación a nivel regional y mundial, y otros 80 millones de dólares para ayudar a los países afectados en sus campañas de lucha contra la enfermedad a nivel nacional.
FAO