El Consejo de Gobierno celebrado esta semana dio el visto bueno a una inversión global en infraestructuras agrarias en materia de regadíos de 42.842.263,45 euros, siendo la inversión regional de 23.907.164,60 euros y la aportación correspondiente a la iniciativa privada de 18.935.098,85 euros.
Se trata de la mayor inversión del Gobierno regional en materia de regadíos de los últimos cinco años en Castilla-La Mancha, comunidad autónoma en la que el agua es un bien escaso y se prioriza su utilización racional también en la agricultura.
Las actuaciones aprobadas afectarán a 9.291 hectáreas, de las cuales 7.681 corresponden a la modernización de la zona regable del Estrecho de Peñarroya (Ciudad Real) y 310 son para la consolidación del regadío de Alcalá de la Vega (Cuenca). Además, se ha aprobado la transformación en regadío de 1.300 hectáreas en el término municipal de Fuente Álamo (Albacete).
La modernización de la zona regable del Estrecho de Peñarroya consiste en el cambio del sistema de riego tradicional por gravedad o a pie (mediante acequias de hormigón) a otro más moderno con conducciones cerradas mediante riego a presión, distribuido a partes iguales entre aspersión (mayoritariamente cobertura total enterrada) y localizado por goteo, con hidrantes en parcela con contadores volumétricos del agua consumida.
Dicha modernización supondrá un ahorro anual previsto de unos 15,36 hectómetros cúbicos, resaltando su beneficio social al estar dicha zona regable ubicada dentro del perímetro del Acuífero de La Mancha Occidental (conocido anteriormente por número 23), declarado sobreexplotado. La inversión global asciende a 33.294.403,74 euros, siendo el gasto público de 16.647.201,87 euros y la inversión correspondiente a la iniciativa privada de 16.647.201,87 euros, y afectando a 1.687 beneficiarios y a 3.700 parcelas.
Por otro lado, en la zona regable de Alcalá de la Vega, al tratarse de una vega tradicional ubicada en la cabecera del río Cabriel, afluente del Júcar, las actuaciones proyectadas consistirán en la consolidación del regadío existente mediante la sustitución de la red de acequias obsoletas por una red de tuberías de presión y valvulería correspondiente, con lo que se prevé disminuir las pérdidas de agua en un 20% aproximadamente (0,36 hectómetros cúbicos), a la par que incrementar la regulación y optimizar su gestión. La inversión pública asciende a 1.984.126,20 euros para 380 beneficiarios y 700 parcelas.
Por último, las actuaciones principales a desarrollar en la transformación en regadío de la zona regable de Fuente Álamo son la ejecución de dos sondeos y su equipamiento, la construcción de tres embalses de regulación, la instalación de la red general de distribución con tuberías de presión de PVC y la toma de riego o hidrante con contador volumétrico en cada parcela. Los cultivos predominantes son el viñedo, con más del 90% de la superficie a transformar, el olivar y el almendro. Se trata de cultivos leñosos tradicionales con una gran componente social y medioambiental y dotaciones unitarias de 1.000 metros cúbicos por hectárea y año, para la implantación de un riego deficitario controlado, siendo la inversión global de 7.563.733,51 euros -5.275.836,53 euros de gasto público y 2.287.896,98 de iniciativa privada- para 360 beneficiarios y 842 parcelas.
Todas estas actuaciones están contempladas en el Plan Nacional de Regadíos Horizonte 2008 (PNR H-2008); las dos primeras, en el Programa de Consolidación y Mejora de Regadíos existentes, en el que Castilla-La Mancha ha actuado en 81.152 hectáreas de las 91.925 aprobadas, y la última dentro del Programa de Regadíos Sociales, en el que se han transformado o se están ejecutando 5.794 hectáreas de las 17.000 contempladas en el mismo, aunque hay en fase de proyecto o adjudicación otras 10.000 hectáreas más.
Dichas actuaciones se enmarcan dentro de la política sectorial, de adaptación de las infraestructuras agrarias a los nuevos sistemas de producción más innovadores, que está llevando a cabo la Consejería de Agricultura con el objeto de optimizar la gestión de los recursos naturales -en este caso, fundamentalmente hídricos-; lograr una mayor vertebración del territorio; contribuir directamente a la modernización de las explotaciones agrarias mediante la implementación de las nuevas tecnologías de riego, la diversificación de cultivos y el incremento de la competitividad, viabilidad y rentabilidad de las mismas; y coadyuvar indirectamente en la generación de empleo y en la fijación de población en el medio rural.
La Consejería de Agricultura pretende también mediante estas acciones reforzar el sector agroalimentario y de servicios y preservar el medio ambiente en que se desenvuelve la actividad agraria, intentando compatibilizar el desarrollo sostenible de dicha actividad económica con el mantenimiento del entorno que lo rodea.
Destacar, por último, la repercusión económica y social de las actuaciones aprobadas, al afectar a 2.427 beneficiarios o titulares de explotaciones agrarias y a 5.242 parcelas, consiguiéndose un ahorro de agua global de 14,42 hectómetros cúbicos, es decir, el equivalente al consumo de agua de una población como la ciudad de Albacete en un año.
JUNTA CM