Remitido por Junta de Andalucía:
El manual se enmarca en el contexto del grupo de trabajo de la Junta Nacional Asesora de Cultivos Marinos, donde participan todas las Comunidades Autónomas con litoral, y el ente público Puertos del Estado. Contiene, entre otras informaciones, instrucciones técnicas y los tipos de señales que deben instalarse, así como un esquema del procedimiento a seguir para su autorización. Como novedad, el manual destaca que ya no es necesario presentar un proyecto de balizamiento al inicio de la tramitación, como se hacía hasta ahora, sino una breve memoria a partir de la cual se obtiene una autorización provisional de Puertos del Estado que permite a la empresa instalar su balizamiento perimetral y empezar a trabajar.
En Andalucía, la competencia para autorizar instalaciones de cultivos marinos en mar abierto es de la Consejería de Agricultura y Pesca mientras que la señalización de esas instalaciones corresponde a la Administración central, a través de la entidad Puertos del Estado. Antes de aprobarse el expediente definitivo del balizamiento, es analizado por la Comisión de Faros para informar sobre su viabilidad.
La actividad acuícola ha experimentado un crecimiento importante en cuanto al número de instalaciones y las producciones obtenidas en nuestro país y en mayor medida en la Unión Europea. Los cultivos marinos se desarrollan en las zonas de marismas y estuarios, mediante granjas marinas en tierra; y en la franja marítima del dominio publico marítimo-terrestre –desde la línea de costa hasta los 60 m de profundidad–, mediante artefactos flotantes.
Respecto a las granjas marinas mediante artefactos flotantes, se ubican fundamentalmente a lo largo de la zona Surmediterránea, desde la bahía de Algeciras hasta Garrucha en Almería. Asimismo, se están llevando a cabo experiencias de cultivo también en la zona Suratlántica de las provincias de Huelva y Cádiz.
Los artefactos flotantes pueden ser jaulas, bateas, líneas de cultivo para moluscos, plataformas fijas, y otros. En general, estas instalaciones están colocadas a una profundidad de entre 20 y 60 metros y a 2 ó 3 millas de la línea de costa en dirección perpendicular hacia el litoral, para evitar peligro a la navegación costera y el tráfico marítimo. Durante el año 2004, Andalucía produjo 7.415 Tm. de engorde, de las cuales el 43% procedían de las instalaciones situadas en mar abierto.
Junta de Andalucía