La consejera de Medio Ambiente, Rosario Arévalo, anunció que el Gobierno regional ha mejorado la percepción de las ayudas que buscan la adopción de prácticas agroambientales en el ámbito de influencia de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha, y que este año cuentan con una dotación de más de tres millones de euros.
En virtud de una nueva Orden, publicada en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, los agricultores y ganaderos interesados en recibir estas ayudas agroambientales verán que la tramitación necesaria se ha simplificado y que el ámbito de aplicación se ha ampliado, ofreciendo a más municipios la posibilidad de acogerse a ellas.
La consejera explicó que estás mejoras persiguen que las personas interesadas tengan mayores facilidades para conseguir alguna de estas ayudas y, de esta forma, se comprometan durante un período de cinco años a cumplir distintas prácticas agroambientales en su actividad cotidiana. El plazo para solicitar las ayudas de este año concluye el próximo 15 de marzo.
Arévalo subrayó la buena acogida que tuvieron el pasado año estas ayudas entre nuestros agricultores y ganaderos, teniendo en cuenta que era la primera vez que se podía acceder a ellas, y confió en que en la actual convocatoria el número de interesados sea superior. El pasado año se recibieron cerca de 300 solicitudes.
La consejera de Medio Ambiente recordó que estas ayudas agroambientales están dirigidas a los agricultores y ganaderos ubicados en el ámbito de influencia de la Red Regional de Áreas Protegidas, que incluye los espacios naturales protegidos y los lugares propuestos para configurar la Red Natura 2000.
Entre otras prácticas agroambientales, destacan los sistemas de extensificación para la protección de la flora y la fauna; el barbecho semillado con leguminosas, y la retirada de tierras de la producción para la creación de espacios reservados para la fauna y la flora y conservación de la biodiversidad, explicó.
Asimismo, las ayudas primarán la sobresiembra del cereal; el mantenimiento y conservación de cercas y muretes tradicionales, antiguos caminos agrícolas y pasos de ganado, y la reducción de la cabaña ganadera bovina, ovina y caprina por unidad de superficie forrajera. La Consejería de Medio Ambiente otorga el dinero una vez certifique el cumplimiento de los compromisos adquiridos.
La consejera se mostró convencida de que estas ayudas económicas colaborarán en la fijación de la población y aumento de la renta, contribuyendo, por tanto, al mantenimiento y desarrollo de distintas zonas rurales de la Comunidad Autónoma.
La titular de Medio Ambiente manifestó que el Gobierno castellano-manchego, en sintonía con la política de la Unión Europea, considera necesario respaldar la adopción de determinadas prácticas agroambientales que permitan mejorar el estado de conservación de los recursos naturales existentes en la región, o bien restaurar los que se encuentren algo degradados.
Por último, Arévalo manifestó que “cada día cobra mayor importancia en el seno de los países miembros de la Unión Europea la necesidad de alcanzar un equilibrio entre la tierra como elemento de producción, los modelos agrarios sostenibles y la protección y conservación de los recursos naturales de los que dependemos”.
Junta Castilla-La Mancha