La viceconsejera incidió en que «está demostrado» que aquellos agricultores que «han tenido contratadas sus producciones han obtenido mayor rentabilidad» pero que existe «poco interés» por parte de las industrias y almacenes en adquirirlas.
Por tanto, aseguró que se elevarán las subvenciones a quienes alcancen estos acuerdos ya que, como señaló, el Plan autonómico contempla entre sus medidas el impulso de los contratos tipo como una de las «mejores herramientas para garantizar los precios a los productores».
El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, abogó igualmente por esta alternativa como la «mejor forma de controlar la especulación» en un cultivo que sufre constantes «altibajos» y aseguró que «se está avanzando» es este ámbito, especialmente en provincias como Salamanca.
Del mismo modo, el secretario general de UPA en la Comunidad, Julio López, apostó por esta fórmula ya que, según afirmó, «es la distribución la que marca la política actual», un sector que, por otra parte, «está cometiendo fraudes a los que Consumo ha de dar una respuesta contundente».
López, Dujo y Pascual participaron hoy en la primera reunión de la Mesa Regional de la Patata, constituida como órgano de diálogo entre todos los agentes implicados y con la participación por primera vez en un ente de este tipo de tres miembros de la distribución.
Su constitución, según manifestó, atiende al «compromiso» de la Junta para elevar la competitividad del sector y la rentabilidad de los cultivos tras la caída de precios, que obligó a los agricultores a vender por debajo de los costes de producción.
Pascual recordó que el de la patata es un sector «estratégico» y que, con más de 5.000 hectáreas, es el segundo cultivo de regadío en Castilla y León. Además, indicó que la producción castellanoleonesa supone el 38% del total nacional, por delante de autonomías como Andalucía, que produce el 19%. En este sentido, apuntó como «fundamental» que la Comunidad cuente con un Plan Regional cuyo objetivo sea aumentar la productividad.
Según precisó, el borrador del Plan presentado en febrero, en el que se recogía un análisis de la situación mundial, reflejaba que la rentabilidad del cultivo en la Región –que asciende a 40 toneladas por hectárea– es «similar» al de los «mejores» países europeos, como Francia.
«Eso hace que éste sea un sector de futuro y que hay que impulsar para conseguir valor añadido», expresó Pascual, quien destacó la importancia de que se cultive una patata «de calidad» que permita ser conservada en los almacenes y pueda estar en los mercados hasta abril, de manera que no haya necesidad de que entren tubérculos desde fuera.
Para ello, según manifestó, el Plan contempla seis ejes «fundamentales» para el sector productor, entre ellos la investigación de qué variedades se adaptan mejor a cada suelo y la transferencia de tecnología a los cuatro centros de I+D de la Comunidad; la promoción de organizaciones interprofesionales; la creación de un fondo de compensación a los productores en los años en que la rentabilidad «no esté garantizada», o la promoción del citado contrato tipo.
Al hilo de ello, Donaciano Dujo apostó por incrementar las «presiones» al Gobierno central con el fin de diseñar un Plan Estatal que garantice el precio del tubérculo y la rentabilidad del sector y no permita «dejar vía libre» al millón de toneladas de patatas francesas que entran en el país.
«No hablamos sólo de la patata, sino también del regadío, el medio rural y económico y de muchas familias», apostilló.
Por su parte, el secretario general de UPA confió en que en la Mesa se lleguen a acuerdos para «ordenar el sector» y se eviten los «fraudes que ha estado cometiendo la distribución». Asimismo, coincidió con Dujo en que esta ordenación sea trasladada a nivel nacional.
Europa Press