Mientras la campaña de vacunación por lengua azul marcha a buen ritmo, con el 100% del ovino inmunizado, ASAJA Salamanca ha expuesto, en la mesa de seguimiento celebrada hoy, la otra cara de la moneda que algunos ganaderos de la comarca de Ciudad Rodrigo vienen padeciendo desde que, en julio de 2006, se inoculara una vacuna activa que, dos años después, ha desembocado en síntomas como debilidad, baja productividad, escasa o nula fertilidad y, en última instancia, una muerte lenta y progresiva del animal. Unas bajas que, se ha demostrado, han reducido considerablemente el censo de ovino pasando, en tan sólo un año, de 513.00 a 500.000 cabezas en la provincia de Salamanca.
Ante tal circunstancia, ASAJA SALAMANCA ha solicitado que Producción Agropecuaria investigue, de forma individualizada, las explotaciones de todos los ganaderos afectados por los efectos de la vacuna activa en Ciudad Rodrigo haciendo constar la incidencia, por parte de la Unidad Veterinaria, para que las indemnizaciones sean reales.
Por su parte, el jefe del Servicio Territorial de Agricultura, Javier García Presa, se ha comprometido a visitar, la próxima semana, la zona como gesto de buena voluntad y disposición administrativa a agilizar y certificar dichas compensaciones. Asimismo, ASAJA ha tomado la palabra a García Presa para que el conjunto de esos damnificados se eleven a la Dirección General de Producción Agropecuaria bajo el informe riguroso de la Unidad Veterinaria como prueba veraz y escrita de las consecuencias de la vacuna activa.
ASAJA