El consejero de Agricultura y Medio Ambiente de Castilla-La Mancha, Alejandro Alonso, anunció durante su visita al Barranco del Río Dulce que a principios del mes de junio, la Consejería remitirá al Consejo de Gobierno el proyecto de Ley para la declaración del Parque Natural del Alto Tajo para su toma en consideración.
Alonso, que visitó este espacio natural con motivo de la celebración del Día Europeo de los Parques, señaló que tras la aprobación del Plan de Ordenación de los Recursos Naturales y su publicación en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, nuestra legislación establece que la declaración de los Parques Naturales tenga rango de Ley.
Una vez que el proyecto sea tomado en consideración por el Gobierno regional y cuente con el visto bueno del Consejo Consultivo, el proyecto de Ley pasará a ser tramitado en las Cortes de Castilla-La Mancha, donde espero que cuente con el apoyo de todos los grupos parlamentarios, puesto que ha sido un proyecto que ha contado con el visto bueno de todos los municipios que se encuentran en la zona y pretende contribuir al desarrollo socioeconómico de esta zona de Guadalajara.
Escarpes rocosos y aguas cristalinas
El futuro Parque Natural del Barranco del Río Dulce, que tendrá una superficie de 8.841 hectáreas y otras cerca de 13.000 hectáreas de zona periférica de protección, comprende parte de los términos municipales de Algora, Estriégana, Mandayona, Mirabueno, Saúca, Sigüenza y Torremocha del Campo.
Desde el punto de vista geomorfológico, destaca el cañón fluvial, con numerosos escarpes rocosos, multitud de barrancos y singulares formas pétreas, como agujas y monolitos, así como varias cascadas estacionales. Junto a estas formaciones rocosas de gran espectacularidad, fluye el río Dulce, auténtico eje de este espacio natural, del que destaca la calidad de sus aguas frías y cristalinas.
Un pequeño santuario de fauna y flora
La elección del barranco del Río Dulce como escenario para sus rodajes por el celebre naturalista, Félix Rodríguez de la Fuente, no fue fruto de la casualidad, sino de la constatación de que esta zona es un pequeño, pero no por ello menos importante, santuario de la flora y fauna ibérica.
La vegetación de esta área está dominada por encinares y quejigares, con pequeñas extensiones de sabinar y rebollar. Entre la vegetación no arbórea más frecuente destacan las aliagas y los espliegos, aunque también hay importantes representaciones de sabinar negral y de arbustos espinoso como el erizal (Erinacea anthyllis) y cambronal (Genista rigidissima). Asimismo, se han catalogado 749 especies o subespecies de flora vascular.
La riqueza faunística de la zona está ligada también al río y las formaciones rocosas. Destaca la población de trucha común, especialmente en el coto sin muerte de Aragosa, así como, entre los mamíferos, la presencia de especies amenazadas como la nutria y el desmán de los Pirineos, dos animales ligados a los cursos de aguas de gran pureza.
Asimismo, es notable la comunidad de aves rupícolas que nidifican y habitan en los roquedos del cañón: águilas real y perdicera, alimoche, buitre leonado, halcón peregrino, búho real y chova pequirroja, todas ellas amparadas por la Directiva de Hábitats e incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas.
Mantenimiento de los usos tradicionales
La política seguida por el Gobierno de Castilla-La Mancha en materia de conservación de la naturaleza siempre ha intentado mantener el equilibrio entre la protección de los recursos naturales y las actividades de las poblaciones que habitan estos espacios, ya que su presencia también ha sido fundamental para la conservación del medio.
Por ello, el Río Dulce no iba a ser una excepción, el PORN contempla una serie de criterios orientadores en la ejecución de las actuaciones que inciden en el territorio. En materia de agricultura, se establece la incentivación de un mosaico de cultivos de secano, frutales y choperas, así como la recuperación de construcciones agrícolas tradicionales con valor paisajístico o la reconstrucción de infraestructuras ganaderas tradicionales en piedra.
En materia de caza y pesca, se mantendrá el actual modelo de gestión cinegética no intensiva y se mantendrá también el actual modelo de pesca sin muerte en todo el tramo del río Dulce.
Asimismo, en el ámbito forestal se mantendrán y mejorarán las masas boscosas del cañón y las parameras.
Por último, se regularán los usos recreativos, deportivos y turísticos de modo que estas actividades no supongan daños ni a los recursos naturales, ni a los usos tradicionales de la zona.
JCCM