La Comisión Europea presentará próximamente las propuestas de TAC y cuotas para 2010 y Oceana advierte que estos factores deben ser considerados antes de señalar al sistema de TAC y cuotas como responsable de los malos resultados de la actual política pesquera. Desde diferentes sectores, incluyendo el MARM y a la Xunta de Galicia, se está promoviendo la posibilidad de sustituir el sistema TAC por uno basado exclusivamente en el control del esfuerzo pesquero (por ejemplo mediante la asignación de un número determinado de días de mar a cada barco) cuando entre en vigor la reforma de la Política Pesquera Comunitaria, en 2013.
Según el análisis de Oceana, a lo largo de 20 años, el 78% de las recomendaciones científicas sobre cuotas de captura han sido desatendidas, superándose con creces las capturas recomendadas. La propia Comisión Europea advierte que sólo en 2009 las capturas establecidas en los TAC han sido un 48% superiores a lo recomendado como límite sostenible. La falta de regulación y control es tan grande que se ha estimado que la extracción real de peces de algunas especies ha sido hasta cinco veces mayor que el TAC aprobado inicialmente.
Para superar el escenario de sobreexplotación creciente en aguas europeas, descrito por la Comisión Europea en el Libro Verde, se necesita responsabilidad, rigor y propuestas serias. Según Xavier Pastor, Director Ejecutivo de Oceana en Europa: “Resulta desalentador contemplar cómo, en lugar de corregir errores, se pretende culpabilizar a un sistema del estado crítico en que se encuentran los recursos pesqueros. Si se han detectado las causas de que el sistema de cuotas no funcione, lo lógico sería enfrentar esas deficiencias, mejorar la gestión y hacer que funcione, en lugar de mirar para otro lado. El sistema debe de ser reforzado para convertirse en un instrumento útil en la gestión pesquera”.
Todos los datos recopilados en el informe indican que los fallos del sistema de TAC y cuotas se deben a una gestión e implementación deficiente del sistema. No se han dado las condiciones de responsabilidad y control necesarias para permitir que el estado de los recursos mejorase. Ricardo Aguilar, Director de Investigación de Oceana Europa, añade: “Culpabilizar al sistema TAC del fracaso en la gestión de los recursos tendría sentido si todos los instrumentos disponibles para su aplicación hubieran sido correctamente aplicados. La realidad demuestra que no ha sido así. La solución no pasa por hacer borrón y cuenta nueva. Suficientes análisis muestran dónde se encuentran las deficiencias, hay que establecer mecanismos para corregirlas y evitar que vuelvan a repetirse”.
OCEANA