El análisis de la Comisión de maquinaria de trabajo de suelo, siembra y abonado de ANSEMAT resulta esclarecedor: descenso generalizado de todos los mercados en un porcentaje medio del 15%-20%, falta de ánimo inversor e incertidumbre frente a las aplicaciones de políticas productivas europeas y la evolución de los precios de las producciones.
El comportamiento generalizado de los mercados se ha de interpretar en clave descendente. De hecho, los porcentajes medios de caída en todos los grupos de maquinaria agraria se sitúan en torno a un 15%-20%, lo que se ha de sumar a los descensos, en porcentajes similares, acumulados desde la campaña pasada. La situación solo ha mejorado con las buenas noticias provenientes de los precios de las producciones como los cereales, el maíz, el ajo o la patata, que han supuesto un soplo de aíre fresco en un panorama difícil, pero sobre los que no hay seguridad de que se mantengan.
La situación coyuntural y la falta de ánimo inversor dirigen los mercados hacia la reposición de equipos, detectándose una continua tendencia hacia la compra de equipos de mayor tamaño, haciendo descender el número de unidades vendidas. Conviene resaltar en este sentido que los datos oficiales proveniente del ROMA (Registro Oficial de Maquinaria Agrícola), podrían resultar engañosos debido a la obligatoriedad de inscribir toda la maquinaria, arrastrada o suspendida, que antes no se inscribía. La demanda también se dirige a maquinaria más barata, detectándose problemas de financiación entre las empresas de servicios, que tienen más difícil el acceso al crédito ajeno
Este hecho, unido a la necesidad de ayudas y subvenciones y el clima de inestabilidad económica generalizada, hace que, el actual debate en torno a la reestructuración de la PAC cobre especial relevancia para los fabricantes y comercializadores de este tipo de maquinaria.
Las perspectivas, a tenor de todo lo expuesto anteriormente, resultan difíciles y dependerán de los mercados de las producciones y de la mejora de la renta de agricultores y ganaderos, gracias a los precios pagados, la reducción de los costes de producción y a la mejora del clima económico, redundando en la mejora de la inversión.
Ansemat