Once de las diecisiete comunidades autónomas con vertederos apropiados para el reciclaje de residuos MER desnaturalizados (materiales especificados de riesgo) están empleando estas instalaciones para enterrar las harinas de origen animal producidas tras la entrada en vigor de las medidas comunitarias para luchar contra la encefalopatía espongiforme bovina o «mal de las vacas locas». Así se desprende del estudio comparativo realizado por el Departamento de Medio Ambiente, Ordenación del Territorio y Vivienda a este respecto.
Cabe recordar que las harinas de origen animal, una vez tratadas adecuadamente en un digestor aplicándoles una temperatura de 133 grados durante 20 minutos y a una presión absoluta de vapor saturado de 3 bares, no son residuos ni tóxicos ni peligrosos (se consideran asimilables a residuos urbanos), ya que este proceso de desnaturalización o descontaminación asegura la inactivación de los priones. La legislación vigente en la materia, tanto europea como estatal, avala la seguridad de este proceso. A fecha de hoy son once las comunidades autónomas que ya entierran las harinas de origen animal producidas en su territorio en vertederos controlados, una vez que pasen por un digestor: Andalucía, Cataluña, Galicia, Madrid, Extremadura y Valencia, que disponen de vertederos propios, y Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria y Murcia, que emplean vertederos ubicados en otras comunidades autónomas.
No han sido tenidas en cuenta para el estudio, porque no disponen de vertederos apropiados para este fin en su territorio, dos comunidades autónomas: Castilla-La Mancha y Castilla y León. El estudio de los técnicos de Medio Ambiente señala que, aunque algunas comunidades autónomas están optando por almacenar temporalmente estos residuos MER, esta medida no resulta recomendable por motivos de salubridad (riesgo de proliferación de roedores y parásitos), de seguridad (riesgo de fermentación de los residuos e incluso de autocombustión tras un tiempo prolongado) y por razones técnicas (en la actual presentación, las harinas no pueden incinerarse en las cementeras, además de que el tiempo por el que se prolongará el almacenamiento temporal resulta del todo impredecible).
Por tanto, el informe técnico elaborado por los técnicos del Gobierno de Navarra, tras consultar al resto de las comunidades autónomas, incide en la necesidad de enterrar de inmediato los residuos MER producidos en Navarra en vertederos controlados como mejor medida sanitaria y medioambiental. En este sentido, el citado informe refuerza la postura del Gobierno de Navarra de enterrar los residuos de origen animal desnaturalizados en el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Góngora, en tanto que se adapte las instalaciones de la cementera «Portland» de Olazagutía para incinerar estos residuos. Navarra ya cuenta con una empresa autorizada (Tratamientos MER S.L.) para desnaturalizar los residuos MER producidos en la Comunidad Foral.
GOBIERNO NAVARRA