En una reunión celebrada ayer lunes con el Presidente francés, Jacques Chirac, los jefes de las tres agencias de Naciones Unidas que se ocupan de cuestiones relativas a la alimentación, que tienen su sede en Roma, manifestaron su satisfacción por el renovado vigor con el que se están abordando cuestiones relativas al hambre y a la pobreza rural en el mundo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) reiteraron su compromiso con los países en su objetivo de reducir el hambre y la pobreza para 2015, uno de los objetivos fundamentales de la Declaración del Milenio de Naciones Unidas, firmada en 2000.
La reunión celebrada da seguimiento a la declaración conjunta hecha en enero por el presidente francés, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el chileno Ricardo Lagos, junto al Secretario General de las Naciones Unidas, Kofi Annan.
La declaración conjunta proponía nuevos mecanismos de financiamiento para acelerar los progresos en la erradicación del hambre y la pobreza.
«La declaración conjunta es un catalítico para fomentar esfuerzos más amplios, mejores y más coherentes en la lucha contra el hambre, que afecta a 842 millones de personas en el mundo. Nos parece de gran valor este llamamiento a favor de más acciones y más recursos para el combate del hambre y la pobreza», manifestaron conjuntamente Jacques Diouf, Director General de la FAO, Lennart Båge, Presidente del FIDA, y James T. Morris, Director Ejecutivo del PAM.
«Tenemos que trabajar juntos para fortalecer nuestras acciones en marcha destinadas a apoyar los esfuerzos nacionales de promoción del desarrollo rural y la seguridad alimentaria. Creemos que es necesario un enfoque dual que proporciones ayuda alimentaria de emergencia para prevenir los daños crónicos que puede causar la malnutrición e inversiones en el sector rural y en la producción agrícola para permitir a las personas más pobres y más vulnerables alimentarse por sí mismas y construirse modos de vida sostenibles».
En la reunión con el Presidente francés, los jefes de las tres agencias discutieron ideas concretas para fortalecer los esfuerzos que los países están realizando para combatir el hambre y la pobreza rural a nivel nacional.
Entre los asuntos abordados destacan cuestiones relativas a la producción agrícola, la gestión de los recursos de tierra y agua, infraestructuras rurales, programas de desarrollo elaborados por las propias comunidades rurales, programas de nutrición y de redes de asistencia social, incluidos los programas de alimentación escolar.
También discutieron la importancia de la descentralización de los mecanismos financieros e institucionales para dar apoyo a organizaciones creadas por las comunidades más pobres.
Las tres agencias de Naciones Unidas ofrecieron su estrecha colaboración al grupo técnico de trabajo, encargado por la Declaración Conjunta de enero de expandir la gama de potenciales fuentes de financiamiento.
La tres agencias con sede en Roma ya trabajan en estrecha colaboración con miembros de la sociedad civil, en el marco de la Alianza Internacional contra el Hambre, una plataforma de acción global para el combate del hambre y la pobreza rural.
La Alianza se encarga de movilizar los recursos y la voluntad política de los sectores públicos y privados para apoyar las alianzas nacionales de lucha contra el hambre.
Las agencias están preparadas, si existen los recursos para ello, para intensificar sus actividades en apoyo a los gobiernos nacionales que demuestren su compromiso real en la reducción del hambre y la pobreza.
El gobierno francés celebró la oportunidad de trabajar en conjunto con las agencias de Naciones Unidas para llamar la atención de la opinión pública mundial y recaudar los recursos necesarios para erradicar el hambre y la pobreza rural que asola al mundo
FAO