Nota de la FAO
En el marco de la presentación del Año Internacional del Arroz 2004, el Director General de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), Jacques Diouf, subrayó que «el arroz es el alimento básico de más de la mitad de la población mundial» pero «su producción se enfrenta con graves obstáculos».
Diouf observó que mientras la población mundial continua creciendo, el terreno y el agua dedicado a la producción de arroz están disminuyendo.
«Si bien la Revolución Verde de los años 70 mitigó en gran manera el peso del hambre en diversas partes del mundo, sus beneficios se han ido estancando», agregó.
Las cifras demuestran que para el año 2030, la demanda total de arroz será un 38 por ciento mayor que las cantidades producidas anualmente entre 1997 y 1999. El arroz es el recurso alimentario que crece más rápido en África y su influencia es capital en la nutrición humana y en la seguridad alimentaria en todo el mundo. Los sistemas sostenibles de producción arrocera pueden contribuir a la erradicación del hambre en el mundo y a que se alcancen los Objetivos de las Naciones Unidas para el Milenio.
«Casi mil millones de hogares en Asia, África y América dependen de los sistemas arroceros como principal fuente de empleo y renta» dijo Diouf a los delegados de las Naciones Unidas presentes.
El arroz, aliado en la lucha contra el hambre
«Alrededor del 80 por ciento del arroz mundial es producido por agricultores en pequeña escala y se consume localmente. Los sistemas arroceros albergan una gran variedad de plantas y animales, que contribuyen también a mejorar la alimentación y los ingresos de las poblaciones rurales. Por tanto, el arroz es un aliado indispensable en la lucha contra el hambre y la pobreza».
El Director General de la FAO recordó que la producción y el consumo de arroz constituyen un eje fundamental de numerosas culturas en todo el mundo. Refiriéndose al arroz como «símbolo de identidad cultural y de unidad entre los pueblos», Diouf hizo referencia a los preceptos religiosos, fiestas, tradiciones, costumbres culinarias y ceremonias que giran en torno al arroz.
De ahí que las Naciones Unidas hayan tomado una decisión única en su historia al dedicar un año a un sólo cultivo: el arroz. La FAO encabezará una serie de organizaciones agrarias internacionales que han dado vida a una campaña que lleva por título El arroz es la vida.
La iniciativa se ha puesto en marcha gracias a la propuesta de 44 países miembros de Naciones Unidas que el año pasado hicieron referencia a una ‘crisis latente’ en la producción del arroz. Desde principios de los años 90, decía la propuesta, los científicos han alertado de que el rendimiento de las cosechas de arroz disminuía y era inferior al crecimiento de la población.
El rápido aumento de la producción arrocera en las tres últimas décadas ha supuesto una contribución de primer orden a las mejoras en la seguridad alimentaria mundial, según la propuesta mencionada. Pero de los 840 millones de personas que padecen todavía hambre crónica, más del cincuenta por ciento viven en zonas que dependen de la producción de arroz para su alimentación, ingresos y empleo.
Aumentar la producción sostenible de arroz
«Ha llegado la hora», dijo Diouf, «de que la comunidad internacional una sus esfuerzos para aumentar la producción arrocera de forma sostenible para que redunde en beneficio de los agricultores, de las mujeres y los niños, especialmente de los más pobres. A lo largo de los años muchos países han puesto en pie iniciativas mundiales encaminadas a promover un desarrollo agrícola sostenible. El Año Internacional del Arroz representará una oportunidad de primer orden para que la comunidad internacional ponga en práctica esas iniciativas».
«ElAño del Arroz actuará como un catalizador para programas instituidos a nivel nacional en todo el mundo», anunció el Director General de la FAO. «Queremos involucrar en la misión de aumentar la producción del arroz de manera justa y sostenible, a todas las partes interesadas: desde los agricultores a las instituciones científicas que trazan el mapa del genoma del arroz. Muchos Estados Miembros ya han formado comités nacionales para el Año Internacional del Arroz, que servirán como lazo de unión entre nuestra visión internacional y las realidades de la vida práctica de la población local».
Esta estrategia ya ha tenido éxito en pasado. Inmediatamente después de la Segunda Guerra Mundial, el rápido crecimiento de la población unido a la baja producción de arroz llevó a los expertos a pronosticar una hambruna en Asia. La FAO, por su parte, declaró 1966 como Año del Arroz. Numerosos países tomaron medidas para mejorar la producción, la comercialización, la elaboración y la nutrición. Se organizaron conferencias y se promovió la investigación científica.
La campaña de 2004 se propone igualmente intensificar la investigación y la aplicación de metodologías mejoradas. A lo largo del año se organizará un concurso científico mundial así como varias conferencias regionales e internacionales.
FAO