La participación de las comunidades en la gestión forestal es decisiva para reducir los incendios

La participación de las comunidades locales en la gestión de los bosques es decisiva para reducir la incidencia de los incendios forestales y facilitar las labores de control, según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

Según datos de la FAO, el 95 por ciento de los incendios forestales registrados a nivel mundial son provocados por diversas actividades humanas.

«Si los humanos son los principales responsables de los incendios forestales, la prevención y el control tiene que involucrar a las comunidades locales», dijo Mike Jurvelius, especialista de la FAO en incendios forestales.

«El enfoque tradicional de invertir en equipos costosos y reforzar las medidas legales no es suficiente», añadió. «Las comunidades locales que participan en la gestión de los bosques y que obtienen beneficios de su existencia son las primeras interesadas en prevenir y controlar los incendios», señaló Jurvelius.

Entre los factores que contribuyen a desencadenar incendios forestales en áreas rurales están: el uso incontrolado del fuego por parte de los agricultores; la quema de bosques y pastizales para dedicar las tierras a cultivos; la búsqueda de espacios para la caza y la piromanía.

Algunos ecosistemas forestales son compatibles con el fuego, e incluso se benefician de él, señaló la FAO. En general, faltan incentivos y un conocimiento adecuado para mantener el fuego bajo control.

En las últimas dos décadas, los incendios forestales han aumentado su gravedad en muchas partes del mundo. En 2002, el fuego destruyó más de 350 millones de hectáreas de bosque y pasto en el mundo, un área equivalente al territorio de la India. En Europa, según el Global Fire Monitoring Center -un centro de evaluación mundial de incendios, con sede en Freiburg, Alemania-, casi 700 000 hectáreas de bosque y matorral fueron arrasadas por el fuego en el año 2003.

El papel de las comunidades locales

«La gestión del fuego está directamente relacionada con los beneficios que la comunidad percibe de sus bosques. Si la comunidad siente el bosque como algo suyo, hará todo lo posible para evitar el fuego», dijo Jurvelius.

En una aldea en China, por ejemplo, hace más de 35 años que no se registra un foco de fuego incontrolado. Este es el resultado de una serie de medidas mediante las cuales los habitantes del bosque obtienen del bosque su sustento.

Un estudio en India reveló que el nivel de dependencia del bosque de las comunidades rurales estaba directamente relacionado con su implicación en la lucha contra los incendios.

En Gambia, una serie de prácticas de gestión comunitaria del bosque han dado como resultado la reducción drástica de los incendios forestales. Un mayor acceso a la tierra y a la gestión del bosque ha permitido mejores prácticas de prevención y supresión de incendios.

Las actividades comunitarias para el control de incendios en los Estados Unidos han tenido mucho éxito. Algunas de las actividades de sensibilización utilizadas incluyeron: análisis geográfico de los peligros potenciales para los bomberos; campañas sobre cómo proteger las viviendas con materiales resistentes al fuego, y sistemas de alarma en los días con condiciones climáticas propicias para el fuego.

Sin embargo, a pesar de las obligaciones legales que reclaman la participación de las comunidades locales en la gestión de los fuegos, en muchos países no se ha conseguido involucrar a las comunidades en la lucha contra el fuego. Esto puede ser debido, entre otras cosas, explica la FAO, a la falta de influencia de las poblaciones del ámbito rural sobre los planificadores y responsables de políticas.

La FAO apoya a sus Estados Miembros para que desarrollen marcos políticos, legales e institucionales que fortalezcan el rol de las instituciones locales en la gestión de los incendios forestales.

La participación de las autoridades

La FAO recomienda que cada país analice su situación en relación a los incendios y desarrolle una estrategia para prevenir y gestionar sus incendios forestales. En muchos países, las comunidades locales no son capaces por sí mismas de controlar grandes incendios, por lo que se hace necesaria la intervención de agencias provinciales o nacionales.

En algunos países, aplicar las leyes contra pirómanos de manera más estricta es parte de la solución. En otros países, es necesario llevar a cabo campañas de sensibilización, especialmente en áreas urbanas colindantes con el bosque. También pueden ser necesarias nuevas medidas de control y centros para llamadas de emergencia donde comunicar eventuales focos de incendio.

La FAO también promueve la cooperación internacional entre los países que más sufren con los incendios. La FAO ha desarrollado unas directrices para que los países establezcan acuerdos de asistencia mutua para responder a las emergencias del fuego y para intercambiar recursos. Estos acuerdos pueden ser bilaterales, regionales y también a nivel global.

La FAO actualmente está proporcionando asistencia a Bulgaria, Etiopía, Guatemala, Mongolia, Namibia y Siria sobre políticas de control de incendios forestales, gestión comunitaria de los incendios y programas de sensibilización.

FAO

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