En concreto, el cultivo se habría reducido a unas 5.000 hectáreas aproximadamente, según estimó el Comité de Patata de la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas y Plantas vivas (Fepex).
El presidente del Comité, Mariano Ruiz, apuntó que la reducción de la patata temprana en Andalucía se ha producido por las malas condiciones climatológicas y también como consecuencia de la mala comercialización durante las dos últimas campañas.
Las lluvias han provocado que las plantaciones de patata temprana de Andalucía se haya tenido que realizar en tres etapas diferentes. Una primera plantación antes del comienzo de las lluvias a finales de diciembre. La segunda, en la segunda quincena de enero, aprovechando la tregua que dio la meteorología. Una tercera plantación, muy tardía, una vez han cesado las lluvias, a partir de la segunda quincena de marzo.
Ante esta situación, Fepex apuntó que la evolución del cultivo es algo «incierta», ya que las diferentes plantaciones pueden verse afectadas por mermas en la productividad.
No obstante, aseguró que el abastecimiento está garantizado, con menores cantidades, desde mayo hasta julio, por el escalonamiento de la siembra y señaló que la siembra tardía provocará un alargamiento de la campaña hasta julio.
En la zona de Murcia, Fepex estima también una importante disminución de superficie, superior al 35 por ciento respecto al año pasado.
En lo que se refiere a las plantaciones de media-estación, concretamente en Castilla Y León podría haber una reducción de superficie de un 15% y un retraso actualmente en las plantaciones de unos 20 días. Asimismo, la situación de las cosechas en Europa es también complicada por la incidencia del invierno.
Respecto a la actual situación del mercado español, Fepex constató el abastecimiento actual del mercado español con patata francesa conservada en cámaras, que está viendo subir su precio ante la previsible escasez de patata temprana, lo que prolongará la convivencia de patata nueva e importada esta primavera.
Por último, apuntó que los envasadores están preocupados por las dificultades de trasladar esta subida de precio final a los lineales, por lo que sería «importante que la distribución fuera consciente de estos problemas en la producción».
Europa Press