El organismo de la ONU aseguró que los brotes que han surgido en Armenia tienen su origen en la epidemia que afecta al país vecino.
“La propagación del virus de la peste porcina africana por la región del Cáucaso supone un grave problema de sanidad animal y podría llevar a una situación dramática”, aseguró Joseph Doménech, Jefe veterinario de la FAO. “Sin una estrategia más eficaz de vigilancia y control de la enfermedad –añadió-, el virus puede hacerse endémico en el Cáucaso y abrirse camino desde allí a otras regiones. La Unión Europea, Rusia, Ucrania y otros países tienen un problema a sus puertas que debe ser solucionado con urgencia”.
La presencia de la peste porcina africana se confirmó en Georgia a principios del pasado mes de junio, los primeros casos detectados en la región del Cáucaso. El virus se introdujo probablemente a través de los residuos sin tratar de buques mercantes que transportaban carne o productos cárnicos contaminados.
Nuevos brotes
El virus se ha extendido con rapidez por Georgia, afectando hoy a 52 de sus 65 distritos. Según la FAO, existen grandes probabilidades de que se produzcan nuevos brotes. Hasta el momento más de 68 000 cerdos han muerto a causa del virus o han sido sacrificados.
Para poder controlar la enfermedad es necesario establecer la vigilancia adecuada, junto al sacrificio de los animales infectados y de los que pudieran estarlo, supervisar el transporte de animales y la bioseguridad en las granjas.
En Georgia existen cerca de 500 000 cerdos en explotaciones familiares. En la mayoría de los casos los animales no están en recintos cerrados, sino que se mueven con libertad, lo que contribuye a la propagación de la enfermedad. La producción porcina es una fuente importante de carne e ingresos para las comunidades rurales.
En Armenia, los brotes han aumentado y parece que el virus continúa propagándose. “Toda la población porcina se puede considerar en peligro”, según alertó recientemente una misión conjunta al país de la Comunidad Europea, la FAO y la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE). La cabaña porcina varía entre varios cientos de miles de animales y más de un millón. En su mayoría se crían en pequeñas piaras en granjas familiares.
“Si ambos países no logran deshacerse del virus, existe la amenaza real de que pierdan la mayor parte de su cabaña porcina a causa de la peste porcina africana”, alertó Doménech.
Protección insuficiente
La FAO tiene planeado ofrecer ayuda técnica de emergencia a Georgia y Armenia para acelerar los controles y apoyar a los gobiernos a desarrollar una estrategia nacional para combatir la enfermedad. También pretende fortalecer los servicios veterinarios a través de la formación y el suministro de equipos. Además es necesario llevar a cabo campañas de sensibilización para movilizar a la población en la lucha contra la epidemia.
“El descenso del número de veterinarios en Georgia, las carencias del transporte a todos los niveles, la vigilancia y el control insuficientes, la falta de bioseguridad y la alimentación de los cerdos con desechos son asuntos que se deben resolver con la máxima urgencia”, según el veterinario de la FAO Klaus Depner. “Georgia es un país sin protección en lo que se refiere a la llegada de virus muy peligrosos. La peste porcina nos ofrece la oportunidad de mejorar la capacidad de luchar contra las enfermedades y construir una línea defensiva para nuevos brotes en el futuro”.
La peste porcina africana es una enfermedad muy contagiosa que a menudo es mortal para los cerdos, aunque no es peligrosa para los humanos. Es endémica en los cerdos domésticos y jabalíes en la mayor parte del África subsahariana y en la isla de Cerdeña (Italia).
La enfermedad puede aniquilar a toda la cabaña porcina, con un grave impacto en la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de la población. Por el momento no existen vacunas o medicamentos que permitan combatirla o prevenirla.
FAO