Los miembros de la misión informaron que a mediados de junio se sospechaba que 52 de los 65 distritos del país caucásico estaban afectados por la enfermedad: más de 30 000 cerdos han muerto y otros 22 000 han tenido que ser sacrificados.
La peste porcina africana es una enfermedad viral altamente contagiosa que afecta a los cerdos. Provoca fiebre y una alta mortalidad en los animales. Sin embargo, no afecta a las personas. Se trata de una enfermedad animal transfronteriza con el potencial de propagarse a nivel internacional. No existe una vacuna eficaz, y el control del transporte de animales y su sacrificio es la única solución para evitar que se contagien animales sanos, la fauna silvestre o incluso las garrapatas.
“La República de Georgia se enfrenta a una situación de excepcional dificultad”, según las conclusiones presentadas por la misión. “La cría de cerdos en libertad, la amplia distribución de los animales enfermos antes de que se confirmara la enfermedad, y los limitados medios humanos y financieros dificultan una campaña de lucha eficaz”.
La existencia de una importante población de jabalíes complicará también a corto y largo plazo la lucha contra la peste porcina. Son necesarias medidas radicales que limiten el contacto entre los cerdos domésticos y jabalíes para evitar que el virus se adapte a estos últimos.
“Con medidas rápidas y apropiadas podría ser posible que las explotaciones de cerdos cercadas e incluso algunos distritos permanezcan libres de la infección. Sin embargo, sin una intervención rigurosa existe el riesgo real de que Georgia pierda la mayor parte de su cabaña porcina a causa de la peste porcina africana durante los próximos meses”, señaló la misión.
Georgia cuenta con cerca de medio millón de cerdos, criados principalmente a nivel familiar y en pequeñas granjas.
La peste porcina africana puede haber entrado en el país caucásico a través del puerto de Poti, en el Mar Negro, para extenderse luego hacia el Este. Se puede suponer que los cerdos tuvieron acceso a desechos contaminados de los barcos.
Emergencia nacional
Los miembros de la misión indicaron que una campaña a nivel nacional –en las circunstancias actuales-, debería evitar la desaparición de toda la cabaña porcina. Por ello es necesario realizar los esfuerzos necesarios para proteger las áreas libres de la infección y eliminar progresivamente el virus de las zonas afectadas.
La misión realizó las siguientes recomendaciones
– Todos los cerdos en las piaras infectadas o en contacto con ellas deben ser sacrificados;
– Los cadáveres deben ser quemados in situ o enterrados a gran profundidad;
– La prohibición del transporte y venta de cerdos tiene que continuar y hacerse respetar;
– Los cerdos deben de permanecer estabulados y no tener contacto con los jabalíes;
– Mantener un control estricto de las entradas y salidas entre las áreas infectadas y las que están libres de la enfermedad;
– Los vehículos y las personas que entren y salgan de las granjas tienen que ser desinfectados de forma rigurosa;
– Es necesario compensar a los propietarios de cerdos por las pérdidas para elevar el nivel de cumplimiento de las medidas contra la enfermedad;
– Evitar el uso de agua residuales para alimentar el ganado;
– Él análisis de los casos sospechosos de la enfermedad debe de contar después con la confirmación de laboratorios de referencia nacionales e internacionales;
– La información sobre la peste porcina africana y los métodos para su prevención deben de mejorarse a través de campañas de comunicación dirigidas a los campesinos y mediante la formación de veterinarios.
La misión calificó la crisis de la peste porcina en Georgia como una emergencia nacional, y señaló que la campaña para erradicarla y la recuperación del sector requerirán de fondos considerables.
Mas allá de Georgia
Hasta la fecha, los países vecinos no han señalado brotes de peste porcina. Sin embargo, debido al movimiento probable de animales y productos porcinos entre Georgia y las naciones vecinas, no se puede excluir una expansión del virus. Los jabalíes infectados pueden contribuir a esta expansión, por ello los países vecinos deben de estar alerta.
Los cerdos pueden contagiarse con la gripe porcina africana comiendo carne o tejidos infectados, por contacto directo con un cerdo enfermo, o por contacto con material y equipo contaminado, como pueden ser cubos, agujas, ropas o vehículos. Se sabe que en
África el virus también es transmitido por las garrapatas.
El virus de la peste porcina puede permanecer activo durante largos periodos en los tejidos y la carne de cerdo y en los productos porcinos elaborados que estén infectados, que no deberían entrar en la cadena alimentaria.
FAO