En el artículo anterior hablábamos sobre el control de las plagas domésticas. Otra plaga doméstica muy conocida es la polilla de la ropa. Muy destructiva, la polilla de la ropa adulta se esconde en lugares como los cuellos o bolsillos, pero las larvas son muy activas y se pueden ver en la ropa o debajo de los muebles infestados. Además de alimentarse de ropa, moquetas, alfombras y telas de sillones y cortinas, también comen abrigos de pieles, lana y otros materiales.
Para prevenir esta polilla, se debe de guardar la ropa limpia y sin manchas y colocarla en bolsas de plástico o cajas herméticas. Existen diferentes sustancias que se pueden utilizar como métodos de prevención, como las bolas de naftalina, auque no son recomendables debido a que son muy venenosas. Lo mejor es utilizar antipolillas naturales como la lavanda seca colocada en saquitos de tela o el aceite esencial de lavanda o de limón.