Los cinco principios que según Francia deben servir para reorientar la PAC son:
Definir nuevos mecanismos de gestión de los mercados agrícolas que permitan a los agricultores vivir mejor a través de los precios de sus productos.
Localizar en los territorios una actividad agrícola de producción, reorientando las ayudas.
Garantizar una relación más equilibrada en el seno de la cadena alimentaria, haciendo más segura su organización, respecto del derecho comunitario.
Integrar las exigencias medio-ambientales, desarrollando la certificación de las explotaciones para poner en marcha la condicionalidad de la ayuda.
Conciliar eficacia económica y excelencia medio-ambiente a través de una política de investigación e innovación.
A través de estos principios, la Presidencia francesa del Consejo de la UE, que comenzó este martes y concluirá el 31 de diciembre, quiere dejar constancia también de que la agricultura será una de sus prioridades en el próximo semestre porque hay que considerarla como uno de los sectores estratégicos de la economía europea. Son múltiples las declaraciones que Nicolás Sarkozy ha realizado en este sentido desde que ocupó la presidencia de Francia. También ha realizado declaraciones a favor de mantener un sector agrícola potente, y protegido con relación a las producciones de países terceros. Sin embargo, Francia también apoya la finalización del proceso para el establecimiento de una zona de libre cambio entre la UE y los países mediterráneos en 2010. De hecho está previsto que se celebre, el día 13 en París, una cumbre de líderes euromediterráneos, con la que el presidente francés pretende dar un impulso al proyecto de cooperación política y económica con los países mediterráneos
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