La presión fiscal en agricultores y ganaderos ha aumentado un 800 por ciento, según ASAJA-Alicante

ota de ASAJA
Jóvenes Agricultores-ASAJA Alicante analiza la evolución de la Renta Agraria de la última década en la cual destaca el crecimiento desmesurado de los impuestos por persona ocupada en la Comunitat Valenciana, el crecimiento cero de la renta agraria y la tendencia a la baja de los precios en origen.

Jóvenes Agricultores — ASAJA Alicante compara los datos de la Renta Agraria de los últimos 15 años y destaca que los impuestos agrarios han aumentado, llamativamente, un 834%. El importe de los impuestos por persona ocupada en el sector agrario han pasado de tener una cuantía de 19,25 euros en 1990 a ser de 268,64 euros en el año 2005.

En este sentido, ASAJA Alicante considera en palabras de su presidente, Eladio Aniorte que “es un despropósito observar como los agricultores y ganaderos soportan un incremento notorio en cuanto a impuestos, gravámenes y gastos de consumo; mientras los productos agrarios son cada vez más baratos y tenemos unos precios ruinosos”.

Asimismo, el presidente de Jóvenes Agricultores matiza que ”es conveniente que nuestro ministro de Economía tome este tema con sumo interés e instaure el principio de proporcionalidad en el sector agrario, con el fin de que se adecue la presión fiscal y el pago de impuestos en el IRPF, con la penuria e insuficiencia en términos de renta por la que atraviesa el productor agrario”.

Al hilo de lo anterior, el Eladio Aniorte advierte que “es absolutamente necesario una rebaja fiscal contundente y eficaz para el sector, al objeto de que verdaderamente se contemple la situación de graves pérdidas agrarias por la que estamos atravesando; de tal forma que en la próxima declaración de renta de las personas físicas IRPF 2006, se decrete la exención/reducción del índice de estimación objetiva que grava a los agricultores y ganaderos de la provincia de Alicante, sobre todo, para los cultivos de cítricos, uva de vino , uva de mesa, cerezas, frutas y hortalizas.

Además, de la escasa rentabilidad de la empresa agraria los perjuicios se incrementan como consecuencia de la sequía y la falta de agua para riego, lo que está provocando el abandono de cultivos, la pérdida de cosechas y el deterioro del arbolado para frutas. Todo ello, está redundando en enormes pérdidas económicas de los productores agrarios que estimamos que en la provincia de Alicante sólo en regadío ascienden a más de 130 millones de euros para el 2006.

Por lo que respecta a las subvenciones, cabe afirmar que la estadística media entre el año 1990 y 2005 establece que en un 58% del total de ayudas que recibe el agricultor lo invierten en abonar los impuestos directos, de manera que sólo un 42% es disponible para realizar mejoras, inversiones y afrontar otros gastos de producción.

Asimismo, los gastos de consumos intermedios también se han visto incrementados en los últimos años. Un ejemplo de ello es que la energía y los lubricantes han aumentado un 199 por ciento y los gastos veterinarios un 115%. Del mismo modo, el precio de los productos fitosanitarios ha ascendido un 26% y los servicios agrícolas un 24%, lo que se traduce una mayor inversión económica por parte de los agricultores para poder llevar a cabo su producción agraria.

ASAJA

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